Restauran las trincheras y los bunkers de la Guerra Civil del Coll de Balaguer

Más de trescientas fortificaciones serán catalogadas para que puedan mostrarse al público en una especie de museo al aire libre

19 mayo 2017 23:38 | Actualizado a 22 mayo 2017 11:32
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Escondidas por la naturaleza durante setenta y cinco años, las fortificaciones republicanas de l’Hospitalet de l’Infant empiezan una nueva vida gracias al proyecto de conservación del Ayuntamiento y el Grup de Recerca i Investigació d’Espais de la Guerra Civil (GRIEGC). Desde el pasado mes de septiembre, los miembros de este grupo han iniciado la primera fase del proyecto que permitirá musealizar las trescientas piezas históricas que se encuentran en esta localidad.

Estas fortificaciones son piezas únicas, tal y como asegura el experto en historia Alfons Tejero. En 2008, este vecino de l’Hospitalet publicó gracias al consistorio una obra en la que se recogían las principales piezas militares que se hallan en esta zona. Las trincheras, las baterías militares y demás espacios comparten una naturaleza inédita no sólo por su magnitud, sino también por su localización. Tal como explica Tejero, el hecho de encontrar este conjunto histórico tan cerca de la costa representa una situación que sólo se encuentra en la zona del sur de Catalunya, donde se llevó a cabo la batalla del Ebre.

Según la concejal de Cultura, Àngels Pérez, se trata de una iniciativa que pondrá en valor el patrimonio histórico de l’Hospitalet de l’Infant y Vandellòs. Así pues, el consistorio sigue una línea de actuación clara, después de plantear un centro de visitantes en el antiguo hospital gótico que se prevé que esté finalizado este año. Respecto a las fortificaciones republicanas, el proyecto prevé que las primeras visitas se puedan realizar a partir del mes de febrero o marzo de este año.

Con la presencia del GRIEGC

El GRIEGC está formado por cinco miembros con formación universitaria variada que aportan distintas disciplinas útiles para el estudio de las fortificaciones republicanas del Coll de Balaguer. Ellos son Adrián Cabezas, doctor en Historia; Míriam del Castillo, arquitecta; Jordi Solé, abogado en derecho ambiental; Joel Ametlla, estudiante de arquitectura, y Núria Bentoldrà, estudiante de Comunicación Audiovisual. Cada uno tiene una tarea específica en esta iniciativa.

El proyecto se dividirá en diferentes fases. La primera, que empezó en septiembre de 2014, consiste en la exploración del terreno. El GRIEGC estudia qué extensión y limitaciones geográficas tienen estas fortificaciones. La segunda fase es un trabajo de campo, en la cual los arquitectos del grupo plasman en un plano la localización exacta de cada pieza histórica. Esta fase también incluirá la elaboración de una ficha individualizada de cada elemento, con una fotografía y una introducción histórica que contextualizarán cada construcción. Las actuaciones que se incluyen en estas primeras fases están presupuestadas con un total de 19.000 euros. Finalmente, la tercera fase se centrará en la adecuación, señalización y promoción del espacio.

Por el momento, se desconoce cómo se definirá esta promoción, aunque la concejal Pérez confía en que puedan concentrarse en visitas guiadas y acceso libre para todos los públicos. El objetivo principal es dar a conocer este patrimonio histórico al conjunto de la población, motivo por el cual probablemente se apostará por la gratuidad de estas actividades.

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