Juzgarán a un policía local de Altafulla por un delito de torturas

El agente propinó, presuntamente, tres bofetadas a un hombre que estaba detenido en la comisaría

19 mayo 2017 19:01 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:34
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Un cabo de la Policía Local de Altafulla será juzgado el próximo mes de julio en la sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Tarragona acusado de un delito de torturas, en su modalidad menos grave. El agente, presuntamente, propinó tres bofetadas a un hombre cuando permanecía detenido en las dependencias policiales. El fiscal, en su escrito de acusación, pide dos años de prisión para el sospechoso, Félix G.F., así como el pago de 2.000 euros al denunciante en concepto de indemnización. Además, se solicitan ocho años de inhabilitación absoluta.

En sus conclusiones provisionales, el Ministerio Público sostiene que sobre las ocho de la tarde del 22 de abril de 2013 el acusado y cuatro agentes más de la Policía Local de Altafulla acudieron a un bar tras recibir un aviso de su propietario. Éste señalaba la presencia de un hombre que se encontraba bajo los efectos del alcohol y que propinaba golpes a las puertas y gritaba.

Los agentes tuvieron que reducir al alborotador dado que éste se negó a identificarse e intentó agredir a los policías. A lo largo de toda la actuación, el detenido ofreció resistencia y se le tuvo que sacar incluso del vehículo policial por la fuerza. Por la propia acción del mismo resultó lesionado, «sin que se puedan atribuir dichas lesiones a la acción dolosa de los agentes».

Ambos se conocían

Una vez conducido el detenido a las dependencias policiales, el acusado se entrevistó con el mismo «y aprovechándose de su posición, en represalia por la actitud previa del detenido, le propinó tres bofetadas en tres ocasiones distintas».

El resto de agentes intervinientes se encontraban presentes cuando el acusado, «de manera sorpresiva», le propinó las tres bofetadas, «no pudiendo reaccionar a tiempo para evitarlo». Tampoco efectuaron cometido alguno al tratarse de su superior jerárquico. No obstante, al día siguiente comunicaron lo sucedido al subinspector jefe de la Policía Local.

El acusado conocía al detenido porque en una ocasión discutieron, ya que el arrestado le recriminó que hablase mal de un familiar suyo, compañero del acusado.

Comentarios
Multimedia Diari