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Bonastre ha instalado en la calles unos contenedores para la basura orgánica y para el rechazo en los que el usuario debe apretar un botón y esperar que se abran.
Ahora habrá una prueba piloto de unas semanas para comprobar el funcionamiento, pero el objetivo es que posteriormente para abrir los contenedores los vecinos deban usar una tarjeta identificadora con un chip.
Reciclar más
De esta manera el contenedor guarda un registro de los usuarios. El objetivo es controlar que se realiza un correcto uso y sobre todo una separación de los residuos. Cuando se vacíen, en el caso de que haya vidrios, plásticos o metales entre los residuos orgánicos, será más fácil precisar quién ha reciclado mal.
La medida la impulsa el Consell Comarcal del Baix Penedès. De momento en Bonastre se han instalado cinco contenedores en diferentes baterías. El sistema también podría implantarse en Bellvei.
Premiar
Los contenedores con apertura con chip ya funcionan en muchas ciudades en las que se ha logrado aumentar los niveles de reciclaje, una asignatura pendiente en la que el Baix Penedès está a la cola en Catalunya.
En diferentes municipios de Guipúzcua, donde más se recicla, el sistema también permite premiar a los vecinos que mejor reciclan con recbajas en la tasa de basura.
