Choque entre Dansaires del Penedès y el Ayuntamiento de El Vendrell

La colla pidió poder hacer ensayos semanales en la Rambla pero el consistorio no lo permite

21 mayo 2018 18:14 | Actualizado a 21 mayo 2018 18:21
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La colla sardanista Dansaires del Penedès pidió hace unos días a la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de El Vendrell realizar ensayos semanales en la Rambla los sábados de julio y agosto. Dansaires del Penedès planteaban poder bailar de seis a siete de la tarde.

Pero el Ayuntamiento ha negado los permisos. Dice que debe «buscar el equilibrio entre ocupar los espacios más concurridos del centro y pacificar y combinar el descanso de los vecinos y las actividades lúdicas». Con el argumento dice que «no es posible autorizar» la petición.

Cambio
La colla también había solicitado cambiar la ballada de sardanas prevista para el 19 de junio para pasarla al 24 del mismo mes en la Rambla. Y la concejalía de Cultura también lo ha rechazado. La colla pretendía aprovechar el acto para presentar el CD de los 70 años de su historia.

En este caso el Ayuntamiento argumenta que coincidiría con las actividades del fin de semana de la festividad de Sant Joan y con la feria de Turismar, que sin embargo es en Coma-ruga. Pero el Ayuntamiento cree que el acto sardanista podría deslucir a los otros.

Indignado
La negativa a las dos solicitudes ha indignado a la colla sardanista, la más antigua de Catalunya en activo y que ha llevado la sardana a prácticamente todos los continentes bailando en lugares tan emblemáticos como la sede de las Naciones Unidas.

El presidente de Dansaires, Joan Morros, señala que las ballades de los sábados y domingos de verano en la Rambla de El Vendrell, además de ser de las más consolidadas de la demarcación ofrecían una actividad el centro histórico que beneficia a los establecimientos.

'No se molesta'
Morros niega que pueda haber molestias y señala que pretendían usar música grabada «y a poco volumen». El presidente de Dansaires señala que esas ballades también servían para dar a conocer las sardanas a los visitantes e incluso impulsar talleres para enseñar a bailar.

El pasado año ya hubo  tensión entre los Dansaires y el Ayuntamiento por el retraso en el pago de subvenciones que dificultó la organización de las ballades en la Rambla.

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