El faro de Salou ‘guía’ una ruta siglo y medio después

El remodelado camino de ronda de la capital de la Costa Daurada es un emblema paisajístico

12 diciembre 2018 11:51 | Actualizado a 12 diciembre 2018 13:16
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El faro de Salou se encendió por primera vez el 1 de abril de 1858. Más de un siglo y medio después es uno de los emblemas del camino de ronda, un sendero, de 6,5 kilómetros que recorre el litoral desde la zona de Pilons hasta el faro, en el Cabo de Salou.

El recorrido consta de dos tramos: desde Pilons a Replanells (2 kilómetros) el camino está totalmente habilitado y desde Replanells hasta el faro (4,5 kilómetros) es natural y todavía no está totalmente acondicionado.

Históricamente, esta ruta seguía el litoral y era utilizada para la vigilancia de la costa o los pescadores. La reciente recuperación de esta vía devuelve la posibilidad de pasear por la costa de Salou por los puntos donde era imposible hacerlo desde hacía muchos años.

El paso por el camino de ronda descubre la gran riqueza natural y paisajística de la zona. Además de las diferentes panorámicas que se pueden observar en el trayecto, discurre por playas y calas, convirtiéndose en una forma diferente de descubrir el Cabo de Salou. Desde Pilons, el sendero se dirige al sur y pasa por la playa de Capellans, donde se pueden ver los restos del antiguo lazareto, construido en 1829. 

Búnkeres de la Guerra Civil

El recorrido continúa por la cala Llenguadets, desde donde se pueden apreciar  los búnkeres construidos durante la Guerra Civil. El último tramo corresponde a la playa Llarga, un entorno natural y alejado de la zona turística.

El paseo permite, incluso, andar por donde otrora pasaron los piratas que saquearon la zona.

Aunque el camino alcanza una altura máxima de 77 metros respecto al nivel del mar, con tramos que tienen una pequeña dificultad, la mayor parte del recorrido es practicable para todo el mundo. Se trata de una travesía asequible para hacer andando con la pareja, los amigos o la familia al ritmo que deseen.

El Cabo de Salouo ofrece, además, otra posibilidad. Por su situación, es un lugar de interés para la observación de aves marinas.  Con la ayuda de telescopios y de otro tipo de instrumental óptico, es posible avistar Salou,  págalos, alcatraces, frailecillos, alcas, colimbos, paíños comunes y patos marinos, negrones comunes o negrones especulados. También se pueden observar diversas especies de gaviotas, como la de Audouin, que es relativamente abundante y fácil de ver en la primavera y el otoño. 

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