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En 1951 el artista Apel·les Fenosa regresó a Barcelona de su exilio para asistir al funeral de su madre. Al llegar a la ciudad, sus amigos de juventud le recibieron ilusionados por el aire de libertad que aportaba. Habían pasado 17 años de la marcha de Fenosa.
Entre esas amistades de Fenosa estaban el escultor Josep Granyer, los pintores Manuel Humbert, Joan Serra, Bosch Roger y los críticos de arte y pintores Joan Cortés y Rafael Benet.
Evolucionostas
La Fundació Apel·les Fenosa de El Vendrell acoge hasta finales de mes una exposición que con el nombre Amics retrobats, muestra ese encuentro de los amigos Evolucionistas, el grupo de artistas que revolucionó el arte en todas sus facetas y que tuvieron su apogeo entre 1918 y 1925.
Para los artistas que estaban en Barcelona la llegada de Fenosa desde París fue una bocanada de aire fresco bajo la situación política en España y Catalunya.
Dificultades
De hecho Fenosa tuvo dificultades para llegar a Barcelona. Al llegar a la frontera lo llevaron ante la Guardia Civil y el retraso a la hora de encontrar su ficha le hizo perder el tren. Tuvo que esperar toda la noche en la estación hasta el del día siguiente y llegó tarde para asistir al entierro.
La exposición en la Fundació Fenosa de El Vendrell analiza ese reencuentro de artistas entre 1957 y 1958. Es cuando el artista realiza la exposición en la Galeria Jardin de Barcelona y compra la casa del Portal del Pardo de El Vendrell, hoy sede de la Fundación, que prepara el regreso de Fenosa tras el exilio.
La exposición muestra 40 obras con fotografías documentales, pinturas y esculturas de todos los artistas implicados en aquel encuentro, además de un dibujo inédito que Tristan Tzara, fundador del dadaísmo hizo de Josep Granyer en El Vendrell.
