Los comerciantes invitan a jueces y policías a su mesa contra el top manta

La temporada ya se acerca a su fin y empiezan los primeros balances. Faltan los datos oficiales, pero si hay algo que se ha disparado este año es la venta ambulante ilegal.

Alertaban ya de ello los comerciantes a principios del verano. Y la tendencia se ha mantenido durante meses. Precisamente ante esta situación, el sector empezó a trabajar en la creación de una mesa contra el top manta que culminará con distintas acciones y con la redacción de un manifiesto.

Pero irá más allá del sector comercial. Según explica el presidente de Pimec Comerç Tarragona –entidad que lidera la iniciativa–, Florenci Nieto, invitan también a profesionales de la judicatura, a cuerpos y fuerzas de seguridad (policías locales y Mossos d’Esquadra) e incluso a Patentes y Marcas del Estado para sentarse y debatir esta problemática que les afecta a todos.

De momento ya han hecho algunas reuniones con representantes de entidades comerciales de municipios como Cambrils o Salou, los primeros sumarse a la iniciativa. Y se van incorporando otras poblaciones, conscientes de que es un problema transversal que afecta prácticamente a toda la costa.

«Por culpa de esta práctica, que es claramente delincuencia, están cerrando muchos comercios, y perjudica también a Patentes y Marcas, a quien le cuesta miles de millones de euros pagar las marcas que tiene registradas», añade Nieto. Su idea es que la mesa sea itinerante por todo el territorio y que el trabajo se desarrolle de forma conjunta.

«El manifiesto que redactaremos, y en el que dejaremos claras muchas cosas, lo entregaremos a todos los ayuntamientos de la provincia. Y llevaremos una copia a la consellera. Lo importante es poder hacerlo extensivo a toda la costa, desde Francia hasta el último pueblo de Catalunya», añade el presidente de Pimec Comerç.

«Deberían mojarse más»

Precisamente de forma paralela a la mesa contra la venta ilegal, el Gobierno central ha dado estos últimos días los primeros pasos para tratar de combatirla de forma efectiva. «Mientras, nosotros la semana que viene tenemos una reunión desde Pimec Comerç Barcelona con la directora general de Comerç, Montserrat Vilalta», añade Florenci Nieto.

E insiste en que los ayuntamientos «deben mojarse más, incluso la ministra lo dijo, porque lo que pasa en un municipio es competencia directa del propio municipio» «Pero lo que no quieren es salir a la foto», asegura. También se muestra muy crítico con el discurso que habla de que los vendedores son gente pobre sin apenas recursos. «Esto es delincuencia, no es más», insiste, en la línea de lo que ha manifestado también en numerosas ocasiones el presidente de la Unió de Botiguers de Cambrils, Enrique Arce.

Quienes también sufren las consecuencias, además de los pequeños comerciantes, son los marchantes. Enric Daza es presidente de la Associació de Marxants de Tarragona ciudad, y también tiene tienda en el paseo marítimo Cambrils, localidad en la que es miembro de la Unió de Botiguers y de la Fecam. «Es una vergüenza. Sentimos indignación e impotencia.

Alucinamos porque no se actúa con la contundencia necesaria, porque es venta ilegal, el género también lo es y se saltan las obligaciones que cumplimos los demás», dice, recordando que la actividad que más se asemejaría a la de los manteros es la de los marchantes, y que él sufre las consecuencias como marchante y a la vez como propietario de un pequeño comercio.

¿El mercado de la tarde?

En Cambrils, conviven frente a frente. Y en L’Hospitalet de l’Infant, cada domingo hay un doble mercadillo. Según explica Daza,  hace algunos meses un grupo de turistas les dijo: «Luego iremos al mercado de la tarde». Primero no sabían de qué les hablaban, hasta que se dieron cuenta de que se referían al que se instala cada tarde en la zona del Cap de Sant Pere, entre Cambrils y Salou. «Allí hay un kilómetro de mercado ilegal. Para mí ha dejado ya de ser un top manta, yo lo llamo carro manta. Va mucho más allá», remarca Daza.

En La Pineda, Salou, Torredembarra o Miami Platja, igual que en Cambrils, Salou, El Vendrell y muchos otros municipios, también luchan contra esta práctica con campañas específicas para concienciar al comprador. Y en El Vendrell han apostado incluso por la vigilancia privada.
«Hacer frente común está bien, pero creo que la administración debería tomar conciencia de una vez», afirma Daza.

Y recuerda que la situación de L’Hospitalet le ha llamado la atención este año. «Cuando son fiestas, durante tres décadas, nos trasladamos a otro sitio. Siempre es el mismo. Pero esta vez no pudo ser porque estaban allí los manteros», denuncia. Aun así, no cree que multar al comprador pueda ser la mejor solución para frenar una actividad que define como «mafia». Insiste en que deberían tomar decisiones serias a nivel estatal, porque «el problema va mucho más allá».