Quejas por la señalización del nuevo puente de la antigua N-340

Desde el área de Serveis, Espai Públic i Medi Ambient recuerdan que el proyecto todavía no está acabado

15 julio 2018 17:45 | Actualizado a 15 julio 2018 17:47
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Apenas hace dos semanas que se abrió la circulación del nuevo puente de la antigua N-340 de Cambrils pero parece que la obra no acaba de gustar a algunos cambrilenses y turistas.

Según apuntan algunos usuarios, el cruce de la avenida Baix Camp con el passeig La Salle es «peligroso» y alertan que se pueden producir accidentes porque «está mal señalizado».
María, una de las conductoras que utiliza esta vía con frecuencia, asegura al Diari que el problema está en que no se respetan las señales.

«Estamos acostumbrados a bajar el paseo sin pararnos y ahora hay un ceda que nos obliga a dejar pasar a los coches que circulan por la avenida Baix Camp. Más de una vez he tenido que frenar porque no me dejaban pasar. Creo que hace falta un semáforo», apunta.

La «falta de visibilidad» es otro de los problemas que han detectado conductores como Francesc, que asegura que las vallas «dificultan» una buena circulación. 

También los viandantes se han quejado pero en este caso no de las obras, sino de la «falta de respeto» de algunos conductores que no les dejan pasar en un paso de peatones. «Van demasiado rápido y no nos respetan, lo mejor sería poner un semáforo para poder pasar con seguridad», dice Manel.

El cambio ha sorprendido a los turistas, entre ellos Paul, un francés que suele veranear en el municipio. «El problema es que la gente va muy rápido y es todo nuevo, así que creo que tendrían que ir con cuidado. Para mí es un poco caótico porque el año pasado estaba el antiguo puente y acabo de llegar y he visto este cambio pero creo que es una gran mejora», afirma.

Obra inacabada

Desde la concejalía de Serveis, Espai Públic i Medi Ambient recuerdan que la obra aún no está acabada. De hecho, se abrió al tráfico para evitar que en plena temporada turística se produjeran retenciones en las principales vías de acceso y salida del municipio, por ello se decidió llevar a cabo esta medida.

«Antes de iniciar el proyecto se hizo un estudio de viabilidad realizado por los técnicos. El informe indica que está todo bien, que es válido, pero la obra no está acabada. Cuando se finalice la Policía tiene la potestad de poder realizar cambios en la señalización y mejorar la circulación. Pero insistimos en que todavía no se ha acabado», asegura Antonio Laguna.

El concejal también añade que cuando el nuevo paseo esté completado la circulación será mucho más amable. De hecho recuerda que falta por construir el segundo carril que sube por la avenida Adelaida y que se realizará cuando se instale una superficie comercial en el descampado que hay justo delante el paseo y que en la actualidad funciona como parking. 

Tres fases

El proyecto de reconversión de la N-340 y la construcción del puente se dividió en tres fases. La primera y la segunda se adjudicaron a la constructora Romà Infraestructures i Serveis por un importe de 959.014,87 euros. Las obras, que empezaron a finales de septiembre, se centraron en la demolición del puente, la construcción de la nueva plataforma y la urbanización parcial de la avenida Baix Camp.

La tercera fase, que salió a licitación hace apenas unas semanas por un importe de 209.135,93 euros, corresponde a la pavimentación del nuevo paseo de seis metros de ancho, los trabajos de ajardinamiento, los parterres laterales de la avenida Baix Camp y la instalación del alumbrado público. Esta estapa estará acabada antes de fin de año. 

Por otro lado, se ha aprobado una nueva fase que consistirá en la urbanización de la avenida Baix Camp en el tramo que va desde la avenida Adelaida hasta el Camí de la Creu, en el antiguo Lidl, para unirse con el tramo de paseo que se inauguró en 2011.

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