'Tenía una vida perfecta hasta que...'

Víctimas de accidentes explican a escolares de Calafell los riesgos de las imprudencias al volante

20 noviembre 2018 19:41 | Actualizado a 20 noviembre 2018 19:54
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Aquel hombre estaba tirado en la carretera a unos 50 metros del vehículo que se empotró contra una marquesina de autobús». 
Javier, técnico del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), explica que al llegar a la zona del accidente, pensó que aquel hombre habría salido despedido del coche por el impacto.

Pero no era así. Aquel hombre había madrugado para ir a trabajar y esperaba en la parada de autobús. Hasta que un conductor borracho y conduciendo con exceso de velocidad lo arrolló.  «No pudimos hacer nada. Aquel conductor lo mató. Ni el hombre ni su familia tenían culpa». 

Javi lo explica ante un centenar de alumnos del instituto Camí de Mar de Calafell. El técnico del SEM ha visto muchos accidentes, heridos y muertos por culpa de imprudencias al volante. Y los jóvenes a los que se dirige están en la edad de soñar con motos y coches.

Cuando habla Javi, los escolares ya guardan silencio. También han escuchado a otro joven que soñó con la moto. «Tenía 26 años, había acabado la carrera de ingeniería informática, una novia con la que hacíamos planes de boda. Un piso... Una vida perfecta». Hasta ese día de agosto de 2004.

«Iba a dar un paseo en moto por aquella carretera que había hecho decenas de veces». Aquel día se puso el casco pero no la chaqueta con las protecciones. «Quizá no presté la atención necesaria».

'Cerré los ojos'
Había llovido y el pavimento estaba lleno de tierra. Un patinazo, una curva quizá mal tomada. «Me fuí al suelo. Cerré los ojos. Cuando los abrí no podía ponerme en pie». Cinco vértebras rotas y una de ellas segó la médula espinal que le dejó en una silla de ruedas.

«Desde ese momento cada día, cada hora ha sido una incertidumbre». Como se puede se intenta recomponer la vida. Se casó, tiene hijos. «Soy feliz..., pero me gustaría serlo de otra manera».

Los estudiantes están serios. La explicación para los alumnos de experiencias de tragedias al volante por quienes las han sufrido y las viven de cerca a diario, la impulsa la Fundació Mutual de Conductors para pedir a los jóvenes responsabilidad al volante.

Pasajeros
«O para que la tengan cuando son pasajeros y sus padres o amigos tienen comportamientos irresponsables», señalan los expertos en seguridad vial y en emergencias. «Están jugando con vuestra vida».

Algunos jóvenes lloran al escuchar las historias. Como la que vivió la Policía Local de Calafell en octubre de hace un año. «Nos llamó una voz temblorosa explicando que había habido un accidente de moto y había dos personas en el suelo», narra el agente.

Tenía 14 años
Al llegar vieron dos personas en el asfalto. Una estaba inmóvil. Era una chica de unos 14 años.  La policía aplicó un masaje cardio respiratorio hasta que llegó el SEM. Otros 30 minutos de atenciones que no permitieron salvar la vida a la joven.

El herido, también de 14 años, era su amigo. Era quien llevaba la moto. En una curva perdió el control e impactaron contra la acera. El padre del joven le había pedido a su hijo que no sacase la moto del garaje. Son escenas que no se borran. «Te hacen ver que la vida es muy frágil».

Evitables
Y sin embargo son situaciones evitables con algo de prudencia. Con responsabilidad. Conducir sin atender al teléfono móvil, sin correr, con responsabilidad, sin alcohol ni drogas.


Fue el testimonio de un padre que perdió a su hijo el que acabó de impactar.  «Si 20 años después hubiese sabido como se pasaba...» hubiese preferido no seguir. Porque  el desgarrador dolor sigue dentro. 20 años después. 

Aquel conductor que se saltó un stop se llevó la vida de Ivan. «Mi hijo», explica el padre de un joven víctima de un accidente. 20 años de por qués. «¿Por qué aquel conductor no hizo el stop?». Leyó la carta que su hija dedicó al hermano. «Está sentada entre vosotros. Me va a hacer abuelo y eso me devuelve la vida». Padre e hija se abrazaron ante el silencio de estudiantes, bombero, SEM, policía, accidentado...

Comentarios
Multimedia Diari