No cabe duda que esta entidad a lo largo de su trayectoria ha contribuido eficazmente en la reconocida marca turística que la singularidad de Altafulla se ha granjeado por méritos propios. Posiblemente, ya desde su creación, el Marítim ha sido decisivo para que muchas personas del país, amantes del deporte náutico, haya elegido esta población marinera para fijar allí su segunda residencia o fidelizar su lugar de vacaciones, con la consiguiente repercusión en el sector turístico, motor de la economía local.
Pero el binomio Altafulla-Marítim no es fruto de la casualidad, sino de un buen ensamblaje y mutua colaboración que festeja el cincuenta aniversario. Una historia que con motivo de la efeméride que se conmemora será recogida por el socio Lluís Serna, en el libro que se editará próximamente y que la junta que preside Oriol Duran pretende presentar antes de finalizar el año. La ocasión ha sido aprovechada para lanzar diversos productos de merchandising, como polos y camisetas.
En el ámbito social, uno de los actos de más relieve ha sido la cena de hermandad que reunió en el restaurante del club a la gran familia del Marítim. Pero en lo deportivo, varios han sido los campeonatos organizados por el Club Marítim Altafulla, como el Campionat de Catalunya de Windsurf, en abril, y las regatas del Campeonato de España de Patín individual, entre el 31 de agosto y los días 1 y 2 de septiembre, con un total de 82 participantes, todo sumado a las competiciones habituales.
Destaca también el Trofeo de las Cuatro Estaciones, regata social que se celeba para cada una de las épocas del año, que cuenta con una alta participación, «en una apuesta por la desestacionalización», admite Angel López, el vicepresidente de la entidad. Y también el campeonato llamado El Desafío, creado por el socio Ramón Felipe de Montagut, en las categorías sénior y júnior, para regata en patín, en el que toman parte otros clubes como el de Torredembarra y el Club de Vela Platja Llarga de Tarragona.
En la actualidad cuenta con 700 socios, «en su mayoría de Barcelona y de algunas localidades del Vallés», explica Àngel López. Esta masa social ha sufrido ligeros vaivenes y como comenta el portavoz, «con la crisis de 2007 se experimentó cierta mengua, para remontar entre 2015 y 2019, y así estabilizarse nuevamente». Los socios aportan una cuota mensual de 30 euros, que puede incluir a diferentes miembros de la unidad familiar hasta cumplidos los 29 años, que es cuando pasa a ser individual. Esto facilita un relevo generacional entre abuelos, padres e hijos. No obstante, es desde los 29 a los 38 años la franja de edad con mayor ‘vacío’.
Son varios los podios y trofeos alcanzados por los navegantes del Marítim, en campeonatos de Catalunya y España, destacando en 2012 el Campeonato del Mundo de Winsurf, conquistado por Toni Banet.
Estar afiliado al club da derecho a poder practicar lo que recoge la base de los estatutos, en cuyo artículo primero contempla el deporte de la náutica y la vela. Actualmente, hay en varadero un total de 108 embarcaciones, entre patines, catamaranes –de carácter más social– de vela y monocasco, la mitad de ellas propiedad de los socios. Además, participar en aquellas otras actividades que permiten las instalaciones del Marítim, como los campeonatos sociales de tenis, pádel y dominó. Asimismo, se imparten cursillos con nociones básicas previas a la navegación en catamarán, los cuales pueden ser alquilados. I en invierno, pensando en la juventud de Altafulla, se ofrece a las escuelas locales la posibilidad de poder efectuar actividades de ocio relacionadas con el mar.
Restauración del edificio
La Junta Directiva del Club Marítim Altafulla se plantea acometer unas necesarias obras de restauración del edificio social que, con casi 50 años de antigüedad, afectado por las patologías más comunes en las construcciones próximas al mar, como la corrosión de armaduras en elementos de hormigón armado y pérdida de recubrimiento. Angel López comenta que «la parte mejor conservada es la fachada este, pero las demás deberán ser rehabilitadas, tras el estudio que estamos realizando». No obstante, el vicepresidente adelanta que «habrá que acometer las obras, por fases, durante un período de 3 o 4 años, por su elevado coste, una vez decidido el sistema de financiación, sea vía crédito o con recursos propios».
Consignar que en el torreón del edificio se instalaron en 2020 placas solares para el autoconsumo del club, que supone el 20 % del consumo energético de las instalaciones. El edificio también incluye un restaurante, abierto al público en general.
