Los vecinos del barrio de Masos de Coma-ruga, en El Vendrell, dicen tener miedo. En los dos primeros meses del año han contabilizado hasta once robos e intentos de okupación de casas en la que es una zona principalmente de viviendas unifamiliares.
La situación no es nueva pero desde principios de año se ha intensificado. Reclaman al Ayuntamiento que tome medidas para evitar esa inseguridad. De momento son los residentes los que se han autoorganizado e iniciado acciones de protección.
Explican los residentes que a diario temen oleadas de robos, okupaciones, tráfico de drogas y plantaciones de marihuana en diversas casas. Una preocupación más apremiante que la dejadez que también denuncian por acumulación de basuras y malas hierbas en aceras y calles, además de falta de iluminación en algunas zonas, farolas y mobiliario urbano dañado.
Los vecinos ya activaron un grupo de mensajería instantánea en la que hay más de un centenar de residentes para alertar de movimientos extraños por la urbanización para protegerse «ya que se sienten amenazados en su seguridad personal», según explican.
Con los propietarios dentro
Algunos de los robos han ocurrido con sus propietarios en el interior de las viviendas
Los vecinos ya tuvieron una reunión con el Ayuntamiento y el jefe de la Policía Local para exponer su preocupación y las deficiencias de la zona, además de «la nula presencia policial y la constatación de que el equipo de gobierno sólo acude al barrio en periodos electorales.
Según explican los vecinos de Masos, la respuesta que recibieron fue que la oleada de robos era «una situación puntual» y que al estar la zona, a pie de la N-340 y la proximidad de las autopista AP-7 y C-32, facilitaba la huida de las personas o grupos que cometiesen algún delito.
Los vecinos también recibieron el compromiso de una renovación de la iluminación que tiene más de 40 años y la instalación de cámaras de control de las matrículas de los coches que acedan al barrio para facilitar un seguimiento en caso de un hecho delictivo. Esas cámaras podrían estar instaladas el próximo año.
Otra de las promesas fue la de remplazar las farolas con cableado por otras solares con el objetivo de evitar los robos de tendido de cobre, pero para esta medida no hay fecha.
Los vecinos tendrán otra reunión con el Ayuntamiento de la que esperan más concreciones «y una mayor contundencia por parte de las autoridades municipales».
