Gordillo: 'No es justo, me veía con fuerzas'

Solo. Acompañado de su fiel ayudante Abel Segovia, José Antonio Gordillo se ha despedido este martes del Nàstic con "tristeza y decepcionado". Mientras el director deportivo, Arnal Llibert, defensor hasta el final de la continuidad del preparador sevillano, aguantaba en la sala de prensa, Gordillo iba agradeciendo de manera sincera a su cuerpo técnico y jugadores por su apoyo. A la directiva también, por haberle dado la oportunidad de entrenar a "mi equipo", pero más tarde. Cuando se le preguntó directamente. Nadie del Consejo de Administración le informó de su destitución oficial hasta después de que la noticia saltara en la prensa y Arnal Llibert le anunciara momentos antes de regresar a la reunión extraordinaria de que probablemente iba a ser cesado.

Le llamaron en una situación límite y el excapitán dejó al Levante en Primera División para acudir a su auxilio, "para arrimar el hombro", como destacó Gordillo. Consiguió el objetivo, la permanencia en solo tres partidos. Por eso, el entrenador andaluz esperaba que hubiera algo más de paciencia con él. "No me lo esperaba tan pronto, tonto de mi parte, cuando estamos a dos puntos de salir y empezamos a recuperar a gente. No es justo me veía con fuerzas", ha asegurado el técnico. Entiende que los resultados mandan, "pero estamos en la jornada 10, quedan 32 partidos".

El ya exentrenador del Nàstic ha definido esta temporada como "una carrera de obstáculos".  Ha apuntado el "mazazo" que supuso el empate en el último minuto frente al Tenerife como un momento clave en las circunstancias posteriores. También las lesiones y otros problemas internos hicieron que el equipo "no haya sido regular y fuera perdiendo consistencia". "Confeccionar un once cada domingo ha sido complicado", ha sentenciado el técnico.