Presión económica a la plantilla del Nàstic

El club grana congeló gran parte de la nómina de noviembre de los jugadores por su mal partido en Soria. Este lunes abonó el resto por el cambio de imagen

10 diciembre 2018 18:51 | Actualizado a 13 diciembre 2018 13:16
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Los jugadores del Nàstic saltaron al terreno de juego el pasado sábado sin haber cobrado la totalidad de la nómima correspondiente al mes de noviembre. Y no porque el club grana tuviera problemas de liquidez para pagar. Las cuentas de la entidad están saneadas. Hay dinero para cumplir con todos los contratos de la plantilla. Fue una decisión sin precedentes la que dejó a los futbolistas sin la mayor parte de su salario.

Después de la pésima segunda mitad ante el Numancia, que tanto el entrenador Enrique Martín como el presidente Josep Maria Andreu calificaron de «vergonzosa», el Consejo de Administración decidió castigar a la plantilla picándoles en el bolsillo. Así, la semana pasada, primera del mes de noviembre, la entidad tarraconense no ingresó el 100% de los salarios de los jugadores. Tan sólo depositó en las cuentas de cada uno de ellos una cantidad cercana a los 2.000 euros para poder hacer frente a los compromisos ineludibles de los jugadores y sus familias. El resto de la nómina quedó congelada hasta que no se ofreciera una mejora en el terreno de juego.

La medida no fue bien encajada por la plantilla y menos en época prenavideña, de regalos y de viajes a sus lugares de origen. Entre las medidas de presión que pueden utilizar los clubes deportivos ésta era la última que se podían esperar. Hubo algún arrebato de hacer pública la situación, pero la decisión final fue acatar esa decisión, al menos unos días, para impedir que pudiera afectar al rendimiento del equipo ante el Granada.

Pese a la incomodidad que representaba la extraordinaria medida por parte del club, la mayor parte de la plantilla grana entrenó al máximo nivel durante toda la semana.

El resultado fue negativo. El Gimnàstic encajó una nueva derrota y encadena ya seis jornadas de liga sin ganar. Pero la imagen del equipo sobre el terreno de juego fue positiva. Se compitió ante el líder de la categoría, al que acorraló en varias fases del choque, y de no ser por dos malas decisiones arbitrales (un penalti no señalado y un gol legal anulado) y el desacierto en los metros finales, el Nàstic hubiera podido, como mínimo, empatar el encuentro.

La hinchada y la directiva tarraconense se marcharon del Nou Estadi molestos con el marcador pero también algo más satisfechos con el papel de su equipo. Pese al resultado y la distancia con la zona de permanencia -ahora a siete puntos- la mejoría en el juego del conjunto de Enrique Martín alimentó las esperanzas y la fe del aficionado grana de poder salvar un año más la categoría. Aunque sea in extremis como los últimos cursos.

Complacidos por la actitud del equipo este lunes el Consejo de Administración dio luz verde para que se abonara el resto de las nóminas de los jugadores que comenzaron a cobrar ayer mismo.

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