La actuación de Jaume Jardí sencillamente enamoró al aficionado grana. No necesitó marcar un gol, ni siquiera repartir una asistencia para hacerlo. Los tangibles a veces no importan porque el fútbol tiene espacio para esos jugadores que embelesan con su talento diferencial. Son esos futbolistas bonitos de ver porque intentan imponer su ley siempre que pueden. Por ello ha sido votado por los lectores del Diari mediante la encuesta publicada en Twitter como mejor jugador del encuentro en la victoria frente al Arenteiro. El atacante ha conseguido un 43,2% de los 88 votos que se han dado, logrando así una victoria contundente para ser el primer #MVPdelDT. En segundo lugar ha quedado Nacho González con un 28,4% de los votos y la tercera plaza ha sido para Andy Escudero con un 15,9% de los votos.
Jardí ha recalado en Tarragona con ganas de ser una pieza rutilante en el fútbol de bronce. El reusense vivió el año pasado un curso extraño en Ferrol. Le tocó ser un elemento secundario durante toda la temporada hasta que llegó la última jornada y allí acaparó todos los focos cuando un doblete suyo frente al Celta Fortuna le dio al Racing Ferrol el ascenso a Segunda División. El año de cesión a tierras gallegas desde el Real Madrid Castilla fue positivo en muchos aspectos, pero Jardí necesitaba sentirse importante, ser pieza capital de un proyecto.
Cuando Sergi Parés y Dani Vidal comenzaron a diseñar la nueva plantilla vieron en la figura del reusense a un fichaje claramente estratégico. Fue primera opción desde el primer día. Una ficha sub-23 de rendimiento inmediato y que podría llegar libre tras rescindir contrato con el filial del Real Madrid. Lógicamente hubo pelea con otros proyectos importantes de la categoría, pero la figura del técnico tarraconense fue clave para quitarle toda duda posible.
Jardí firmó por el Nàstic y debutó a las pocas horas en pretemporada marcándole un gol de pura pillería al Andorra. Fue su carta de presentación. En lo que restó de verano completó grandes actuaciones dejando claro que era un futbolista ofensivo que podía moverse por todas las zonas del ataque con descaro, uno contra uno, inteligencia táctica y gol.
Frente al Arenteiro, Dani Vidal le colocó en la banda izquierda. Allí Jardí fue un jugador incontenible en muchas fases del partido. Bailó a su lateral porque tiene un juego de pies propio de un boxeador y una velocidad punta que da sentido a sus amagues. Casi rubrica su gran estreno con un gran gol de cabeza a centro de Tirlea, pero Diego García voló para evitarlo.
Jardí fue cambiado en el segundo tiempo y fue ovacionado por el Nou Estadi. Fue la primera ovación de muchas porque el reusense cuenta con todos los elementos que enamoran al aficionado grana: talento y coraje.