Xavi Guix es una de las almas de la Fundació Futbol Base Reus. Es su presidente y uno de sus fundadores en el 2019. Desde entonces, la entidad reusense crece y crece sin parar con el fútbol femenino como uno de sus pilares más sólidos. Atiende al Diari para explicar cómo está viviendo el gran momento de su proyecto.
Han pasado ya cinco años de la fundación del club. ¿Se esperaba este crecimiento?
Más que esperarlo, lo hemos propiciado. Antes en el CF Reus Deportiu había femenino A y femenino B y aquí se juntaban alevín, infantil, cadete y juvenil. Ya en la última etapa del Reus vino Cristina Becerra, que ahora es jugadora del primer equipo, y fue la arquitecta del Reus antes de la desaparición. Ahora tenemos seis equipos en la base y un primer equipo y el año próximo tendremos siete.
Helena Naranjo y Valentina García son un ejemplo de que a través de la Fundació se puede llegar a canteras como la del Barça.
Ya hace dos temporadas tuvimos los casos de Izarbe, Alabart y Garriga que ficharon por el Barça. El año pasado Rosendo y Solís fueron al Espanyol. Nos hemos convertido en una base de operaciones del Barça y otros clubes importante en la zona.
¿Está notando el auge del fútbol femenino?
Notamos mucho que cada vez nos llegan más correos eléctronicos de padres que nos dicen que sus hijas quieren jugar con nosotros. Esto es lo que ha provocado que creásemos l’Escoleta porque nosotros no somos un club al que puedes venir y apuntarte y ya. Somos un club exigente en el que tienes que tener unas aptitudes y por eso creamos l’Escoleta que va de los seis a los doce años y sirve para familiarizarse con el fútbol e incluso para dar el salto al alevín de la Fundació.
¿Cuál es el objetivo del primer equipo?
Es el mismo desde que se creó, que las jugadoras que terminan su etapa formativa tengan la oportunidad de quedarse. Solo queremos que el talento se quede aquí y si pueden aspirar a estar en categorías más elevadas que aquí, pues nosotros lo celebramos.
¿Qué piensa cuando ve a su Alevín femenino pelear una liga masculina?
Las ligas femeninas de categorías de base son de nivel bajo o inexistente. Las jugadoras que vienen aquí tienen un potencial importante y si no las pones en una liga masculina no se tienen que esforzar tanto.