Un 21% más de autoescuelas pero un 55% menos de permisos desde 2008

El número de nuevos centros docentes en la demarcación crece hasta 2014 con la autoocupación de profesores despedidos

19 mayo 2017 21:46 | Actualizado a 22 mayo 2017 13:02
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Entre los años 2008 y 2014, el número de autoescuelas en las comarcas de Tarragona pasó de 90 a 109 –lo que supone un incremento del 21%–, mientras los permisos de conducción expedidos cayeron en más de la mitad, al pasar de 23.882 permisos en 2008 a 10.731 en 2014, con un descenso del 55%, según un informe elaborado por la consultora Pons Seguridad Vial.

Esta contradicción de cifras entre la oferta y la demanda, que se extiende también al conjunto de Catalunya (un 18% más de nuevas autoescuelas frente a un descenso del 48% en los permisos de conducir) tiene su explicación en los efectos sobre el desempleo (y el crecimiento del autoempleo) durante los primeros años de la Gran Recesión, pero también en el cambio de patrones sociales de las nuevas generaciones de Millenials (Generación Y, nacidos entre 1981 y 1995) y Generación Z (nacidos a partir de 1995).

Lo explica Shara Martín, directora general de la consultora autora del informe, que asegura que este crecimiento de autoescuelas (a las que en la demarcación de Tarragona hay que añadir 28 nuevas secciones de autoescuelas ya existentes) es la consecuencia de la masiva autoocupación de antiguos profesores despedidos con el cierre de oficinas en los primeros años de la Gran Recesión: «Supuso el despido masivo de muchos profesores, los cuales han tomado los últimos años como alternativa profesional el autoempleo en el sector con medios más reducidos».

Un aumento de la oferta que, sin embargo, no se ajusta ni por asomo a la evolución de la demanda, que ha mermado en estos años en un 55% en la demarcación de Tarragona. Para Shara Martín, «el cambio de mentalidad y prioridades de los jóvenes ha influido mucho más de lo previsto en la caída de la expedición de permisos».

Elementos como Internet y los smartphones, así como propuestas de economía colaborativa como BlaBlaCar o Uber «están creando –prosigue Martín– una nueva forma de comunicación que hace menos necesaria la movilidad física y colocan hoy en un segundo plano de prioridades el sacarse el carnet».

Por supuesto, este desajuste ha tenido sus consecuencias en una bajada significativa de los precios ofertados por las autoescuelas. Sacarse un permiso de conducción de tipo B en Catalunya en el año 2008 costaba, de media, 1.270 euros. En 2014 había caído hasta los 720 euros, con un desplome del 43% en seis años. Un nivel que, según los responsables de este informe, difícilmente puede seguir bajando más.

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