Joyería creativa con casi cualquier material

Marta Roca diseña y fabrica en Bràfim piezas únicas empleando materias primas que van desde el papel hasta los metales nobles

16 julio 2018 17:23 | Actualizado a 16 julio 2018 17:29
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Un profesor de arte dijo que «el mundo está repleto de objetos, procurad no llenarlo más» y Marta Roca, discípula suya, grabó en la mente la frase del maestro. Marta Roca (Barcelona, 1980) tiene raíces brafimenses, puesto que su abuela era oriunda de Bràfim (Alt Camp), población a la que siempre se ha sentido vinculada, donde definitivamente fijó su residencia hace cosa de año y medio.

Y este medio natural es el que ha contribuido a desarrollar la más reciente etapa creativa de Marta Roca en su taller, donde diseña, trabaja y experimenta formas, de la más sutil simpleza a la complejidad, hasta alcanzar hitos casi inimaginables. Cuenta que ella estudió turismo, carrera que ejerció, «pero con el tiempo vi que aquello no me llenaba». Admite que desde siempre su habilidad e interés por el diseño y creación artística fue una constante.

De Barcelona a Bràfim

De manera que un día decidió dar un paso adelante, lanzarse a su real vocación, cuando en  2008 se inició en la aventura. Fue en 2012 que se graduó en la Escola Massana de Barcelona, en el ciclo de grado superior de Joyería Artística. Su trayectoria profesional se forjó al lado de afamados joyeros como Enric Majoral (Majoral) donde trabajó durante ocho años, para acceder luego al taller de Grego Garcia Tebar (Amaranto Joies) por espacio de otros dos años.

Ahora en Bràfim, Marta Roca dispone de su propio taller, emporio de «expresión artística  y medio de vida», afirma Marta,  «con pasión por los objetos, y su observación me incita a crear otros nuevos, deteniéndome en los ínfimos detalles, los colores, las formas. En definitiva intento transmitir un lenguaje nuevo que los aproxime al cuerpo».

Roca trabaja habitualmente para un par de joyerías de prestigio de Barcelona que confían a la aritista diseños comerciales que atraigan la mirada selectiva de la gente hacia sus  escaparates. Pero retrocediendo a la filosofía apuntada al principo, donde más se explaya y manifiesta el arte creativo que Marta Roca lleva dentro, es en la joyería artística, trabajando por encargos puntuales y concretos. Afirma que los encargos son algo personal, lejos de los escaparates de las tiendas, ya que «responden a una idea, a un motivo a recoger y que hay que materializar, con resultado más que gratificante para ambas partes».

Roca explica que en la joyería artísitica no importa el material, «da igual que sea papel, plata o latón, sino el valor conceptual, como ocurre con la escultura y la pintura». En las topografias, añade que «dejando pasar el tiempo, sin prisas, sin esperas determinadas, surgen piezas de papel capa a capa. Ecuación libre de materia, tiempo, luz e intervención humana».

El proceso requiere tiempo de secado al sol: «Capas que se van descubriendo, colores que afloran desde el interior». De ahí surgen collares, brazaletes, anillos... que pueden resultar incluso más caros que las joyas elaboradas con metales nobles. Marta Roca es miembro del colectivo Tresors, que organiza anualmente diversas exposiciones. La primera de ellas fue en Bogotá, pasando por Sant Cugat, València y actualmente en Sevilla, en la Galeria La Galeller. En preparación está exponer en Francia.

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