Albert Forés (Valls, 29 años) es un ingeniero industrial con una gran pasión por la innovación. De hecho, su tesis doctoral en el Institut Químic de Sarrià (IQS) sobre el ámbito de la impresión 3D y los materiales avanzados lo llevó a crear BioStone, un proyecto de diseño, fabricación e instalación de estructuras submarinas para la recuperación de la biodiversidad marina.
«BioStone se inició en junio de 2022, en el último año de la tesis doctoral, dirigida por el Dr. Marco Antonio Pérez –explica Forés–. Allí investigaba cómo diferentes estructuras presentes en la naturaleza, como el interior de los huesos trabeculares, los caparazones de las tortugas o las alas de las aves, habían evolucionado durante milenios hasta lograr un grado de eficiencia estructural muy elevado». A partir de aquellos diseños, y gracias a la irrupción de las tecnologías de fabricación aditiva, pudo «materializar estas estructuras y utilizarlas para fabricar componentes avanzados muy ligeros y de gran interés para el sector del transporte terrestre, marítimo, aeronáutico y aeroespacial».
Aprovechando estos conocimientos, durante el primer año de BioStone se centraron en el diseño y la fabricación con materiales sostenibles. «Nuestro objetivo era conseguir una solución funcional para el anclaje de embarcaciones, pero que al mismo tiempo, actuara como sustrato para favorecer la proliferación de las especies», apunta el ingeniero. En mayo de 2023, instalaron un campo en dos lugares diferentes de la Costa Brava, en colaboración con Stone Serveis y la Fundació Ona Futura. Forés manifiesta que los resultados que han obtenido desde entonces han sido «absolutamente extraordinarios».
«Los resultados que hemos obtenido han sido absolutamente extraordinarios»
Pero, en BioStone no se limitan solo a esta acción, también trabajan en el desarrollo de una tecnología de alta escalabilidad que opere con Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN), para mejorar la calidad del agua y recuperar los recursos ecosistémicos de zonas degradadas por la actividad humana. «Durante este año, con la ayuda del Programa Innovadors de AGAUR y bajo el asesoramiento de TopBrands, prevemos formalizar acuerdos con clientes y hacer pruebas que permitan verificar la capacidad de esta tecnología».
Responsabilidad medioambiental
Forés señala que las soluciones que ofrece BioStone son «una oportunidad para todas aquellas entidades públicas y privadas que son conscientes de que hay que dar respuesta a un problema medioambiental cada vez más evidente». En este sentido, el vallense comenta que la actividad humana ha causado graves daños a la Posidonia oceánica, una planta esencial en el Mediterráneo, que crea «zonas de producción de oxígeno, de cría y de refugio de muchas especies».
Es por eso que, el equipo de BioStone trabaja en el desarrollo de un método económico y de muy bajo impacto para la recuperación de praderas de Posidonia oceánica. Durante este mes, llevarán a cabo las primeras pruebas piloto en las Islas Baleares, donde se instalarán una treintena de estructuras en colaboración con IMEDEA (UIB-CSIC). «Si obtenemos los resultados esperados en la instalación los primeros pilotos, planificaremos múltiples actuaciones para recuperar las zonas más afectadas del territorio», comenta.
Este será el segundo año de vida del proyecto y Forés está focalizado en su consolidación. «Ahora nos centramos en la concreción de nuevos proyectos y su ejecución, así como en la captación de inversores y la formalización de acuerdos de transferencia de nuestras tecnologías».
