Con calma y delicadeza. Analizando estratégicamente al detalle cada paso pero sin dejar de invertir, de avanzar con valentía y sin miedo en el largo recorrido en el mundo del vino y del enoturismo. Así es como Mas Vicenç, ubicado entre El Pla de Santa María y Cabra del Camp, trabaja, desarrolla y reinventa el proyecto familiar.
Fruto de esta evolución y de las ganas de abrir las puertas de su propia casa nació Walk&Wine, un proyecto que hizo sus primeros pasos hace 10 años con la finalidad de sumar sinergias con los restaurantes de diferentes puntos del Camp de Tarragona. Ahora, la nueva edición -que empezó el pasado 7 de abril- busca maridar el vino de sus viñedos con productos km0 diferentes.
Walk&Wine es una experiencia única que combina la marcha nórdica, vinos y gastronomía entre los campos, viñas que rodean la bodega, y donde las pequeñas casetas antiguas de piedra seca que hay alrededor de la finca familiar, son el punto de encuentro para los diferentes maridajes gastronómicos.
Xavi Ferré, responsable de toda el área de negocio de Mas Vicenç, explica que la nueva edición del Walk&Wine 2024 aún tiene dos citas en el calendario -en junio y octubre- con la finalidad de compartir el telón de fondo que esconden los viñedos. En las dos próximas entregas, propondrá nuevos maridajes con productos diferentes propios del mar o de montaña.
Con una ruta también nueva respecto las anteriores ediciones, el objetivo no es otro que los asistentes entren, en apenas unos minutos, a conocer un relato, historia y una forma propia de hacer de un proyecto que ya suma 5 generaciones dedicadas a la tierra, y una como productores de vino.
Ferré detalla que más allá del enamoramiento natural que hay tras una experiencia entre viñas, con un buen vino y un producto ibérico como los que comercializa Josep Maria París, el objetivo es potenciar la venta directa de ambos productos y depender -cada vez menos- de grandes distribuidores. Esta venta directa tras la experiencia del Walk&Wine o a particulares que se desplazan hasta su propia tienda física, ya representa el 40% de su facturación anual.
La misma visión la comparte Josep Maria París, que asegura que estas sinergias sirven para abrir la proyección de la marca y dar a conocer sus productos de una forma diferente a un público dispuesto a descubrir embutidos premium y de Km0 como son los de Origo Ibericus bajo la distribución de Deligour.
Visión puesta en el futuro
Mas Vicenç cerró 2023 con una facturación superior a las cifras del año anterior, unas 70.000 botellas de vino y 12 tipos de vinos diferentes en el mercado. Alzando la vista hacia el 2030, el objetivo es crecer un 30% acercándose así a 1 millón de euros de facturación, y llegar a los 10.000 visitantes al año. Y todo ello, potenciando la suma de sinergias con otras empresas locales que se focalizan también en los productos de proximidad. Es la forma, aseguran, de ayudar a potenciar la economía circular del propio territorio.
Abrazar el orígen
La bodega está representada por puros amantes del vino. Los dos hermanos Vicenç y Xavier Ferré al frente como enólogo y sumiller; el padre Francesc Ferré, mimando la tierra; y la madre, Maria Morató, a la administración para lograr el equilibrio perfecto. En total, 8 personas trabajan para llenar de vida las tierras familiares y posicionar su vino en los principales restaurantes y bodegas. Es su esencia y su valor.
