Los alimentos fueron el pasado mes de enero un 15,4% más caros que hace un año, según los datos confirmados ayer por el INE, pese a la rebaja del IVA instaurada el 1 de enero por el Gobierno. Incluso en tasa mensual (enero respecto a diciembre) el precio de los alimentos subió cuatro décimas. Eso sí, la subida del 15,4% es tres décimas menor que la que se produjo en diciembre, lo que refleja la moderación de estas alzas.
Desde el Ministerio de Asuntos Económicos revelan que si solo se tienen en cuenta los precios de los alimentos con IVA reducido o eliminado, se puede observar una caída del 1,6% respecto a diciembre, mientras que el resto de productos no afectados por la rebaja fiscal han subido un 1,4%.
Estos datos en tasa mensual (enero sobre diciembre) reflejan que el pan ha caído un 0,2%, la leche un 1,5% o los huevos un 1,5%. Pero no son los únicos alimentos sin IVA que se abarataron en el primer mes del año, según los indicadores del INE: frutas frescas (-4,2%), patatas (-1%), harina (-2,3%) y queso (-0,7%). Además, la rebaja del IVA del 10% al 5% en el aceite de oliva produjo una reducción de su precio del 1,2%, y de la pasta, un 3,5%.
Sin embargo, estos alimentos siguen siendo mucho más caros que hace un año. En el caso del pan, su precio ha subido un 13,5% desde enero de 2022, la leche un 33%, los huevos un 27%, las patatas un 19%, la fruta un 4% o el queso un 20,5%. Es un «duro golpe» para la economía doméstica de muchas familias, lamenta la OCU, que cuantifica en un sobrecoste anual de 860 euros por familia.
Esta situación ha llevado al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, a reconocer que la rebaja fiscal «puede parecer poco». Planas anunció que ha convocado a los supermercados el lunes 20 de febrero en el marco del Observatorio de la Cadena Alimentaria, aunque considera que «la distribución ha trasladado la rebaja a los consumidores».
El IPC general bajó dos décimas en su tasa interanual en enero hasta el 5,9%, una décima más de lo previsto en el avance del INE, debido a que los carburantes han subido de precio con el fin de la bonificación de los 20 céntimos por litro el 31 de diciembre. También han impulsado la tasa de inflación los servicios de telefonía y la ropa. Esta subida rompe con cinco meses de descensos en la tasa interanual, desde que el IPC tocara su pico el pasado mes de julio (10,8%).
Pero la tasa subyacente (la más persistente, al no tener en cuenta productos más volátiles como los energéticos o los alimentos no elaborados como frutas o verduras) sigue disparada. En enero llegó al 7,5%, medio punto más que el mes anterior y la más elevada desde 1986. Supera al índice general en más de punto y medio.