Un dragón anda suelto por Montblanc

La localidad reviviría de nuevo la Llegenda de Sant Jordi con un viaje a la Edad Media y diversas actividades a partir de mañana

19 mayo 2017 15:35 | Actualizado a 19 mayo 2017 15:35
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Cuentan los costumbristas catalanes Joan Amades y Anna Valldaura junto a la voz popular que la leyenda de Sant Jordi, el dragón y la princesa ocurrió en Montblanc. Del 21 de abril al 1 mayo esta población celebra anualmente la semana medieval. Durante dos fines de semana revive su pasado y en calles, plazas y torres lucen sus estandartes señoriales de época. Se celebran gran cantidad de actos que pretenden transportar a sus visitantes a plena edad media.

Un viaje en el tiempo que tiene como punto de partida un conjunto de eventos en el que el principal atractivo es la representación de la leyenda de Sant Jordi el sábado en el passeig Joan Martí i Alanis. Una representación que contará con música, luz, fuego y entorno a 200 actores contagiando de la magia de la historia de su patrón a todo el pueblo. Además de la representación de la leyenda esa semana se celebrará un pregón inaugural ambientado, un mercadillo medieval, correfocs, danzas típicas, juegos medievales nocturnos, conciertos a cargo de Saurom y Ebri Knight o la representación de las Cortes Catalanas entre otras muchas acciones que de bien seguro harán de la villa un atractivo turístico muy a tener en cuenta en esas fechas. Tanto es así que por su fidelidad y rigor histórico, variedad de actos y proyección exterior ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en Catalunya y en el Estado Español.

La leyenda dice que los deseos del dragón se imponían inoculando el miedo a ser devorados a todos sus habitantes, después de acabar con todas las reses habidas y por haber en la localidad. Hasta tal punto que hubo que sortear a los ciudadanos como parte de los sacrificios para saciar su sed de sangre. En el sorteo entró por dignidad y compromiso con el pueblo incluso la propia familia del rey regente. El destino quiso que por caprichos del azar saliera elegida su propia hija, la princesa.

El rey no tuvo más opción que aceptar tan desafortunado resultado y encomendarse a dios esperando a que ocurriera un milagro. Cuando parecía que no había más opción y la confianza se desvanecía, a caballo, vistiendo una espectacular armadura y empuñando una lanza enorme apareció Sant Jordi. El cual sin dudarlo un momento asestó una estocada al fiero dragón, dejándolo herido de muerte. Según se dice la herida que este le causó originó el nacimiento de un rosal cuando la sangre del monstruo toco el suelo. Seguidamente, el apuesto caballero arrancó de él la rosa más bella y se la ofreció a la joven princesa. Los Montblanquenses y por supuesto el rey quedaron totalmente atónitos ante tal gesta y vitorearon su nombre con cara de estupor mientras este entraba triunfal en la muralla por el portal que aun a día de hoy se conoce por su nombre. Por esos méritos y el valor de su gesta se eligió posteriormente al caballero como patrón de la villa.

Pocas tradiciones logran hacer sacar tanto pecho como muestra de orgullo y satisfacción como lo hace esta en Montblanc y toda Catalunya. Muestra de ello es que desde entonces hay la costumbre de regalarse los hombres a las mujeres una rosa y las mujeres a los hombres un libro en toda Catalunya cada 23 de abril como rememoración del acontecimiento.

Comentarios
Multimedia Diari