El Petit de Cal Eril lleva a Reus su disco triangular

Joan Pons, el alma de El Petit de Cal Eril, ha colocado el espejo frente a su subconsciente y ha grabado el reflejo en un disco con el tres como número mágico y el triángulo como símbolo, en el que profundiza en el pop metafísico marca de la casa. El álbum no tiene título, aunque lo podemos llamar triángulo o triangular porque esa es la figura que preside la portada. Un triángulo que hace referencia al proceso de creación que ha elegido el músico de la Segarra para la ocasión: tres grupos de tres canciones grabados en tres días cada uno y unidos en un CD de nueve canciones o en tres vinilos de siete pulgadas. Este viernes, a las 21.30 horas, lo presentará en la Sala Japan de Reus.

Joan Pons compuso las canciones tres días antes de entrar a grabar para que los miembros de la banda no las conocieran y se pusieran a trabajar sobre ellas en el mismo estudio. «Quería reflejar el momento que vive la banda y tenía dos opciones: un disco en directo, que artísticamente no me interesa mucho, o este experimento, que es como un directo pero con temas nuevos», explica. «Ha sido un proceso muy fresco y muy ágil, y nos lo hemos pasado muy bien», ha añadido Joan Pons, que lleva cuatro años con Artur Tort (teclados), Dani Comas (bajo), Ildefons Alonso (batería), Jordi Matas (batería) y se siente muy cómodo.

El disco anterior, La Força, dio lugar a una gira de 90 conciertos durante la cual los miembros de la formación se han conocido a fondo y han hecho «un trabajo invisible e intenso que ha aflorado en este disco».

El peculiar método de trabajo triangular de este nuevo álbum ha facilitado el viaje hacia el subconsciente que Joan Pons hace en cada disco, porque «componer las canciones justo antes de entrar en la sala de grabación ha sido como ponerme un espejo delante».
«El hecho de escribir las letras sabiendo que las iba a grabar a los pocos días ha sido como un encargo mental, una prueba a mí mismo; y el resultado son canciones en las que hablo con alguien, que puede ser el oyente pero también puedo ser yo mismo como espectador de mí mismo», añade.
Un trabajo discográfico introspectivo nacido de la escritura automática que, sin embargo, a nivel musical es más externo que los anteriores, según reconoce el músico. En todo caso, un paso más hacia el pop metafísico que le caracteriza y que comparte con Ferran Palau, un músico que considera un hermano musical y con el compartirá gira.

Otro compañero de viaje de este disco ha sido el escritor y poeta Martí Sales, que ha hecho el guión de la trilogía de videoclips que se han hecho públicos en las redes sociales esta semana. Son vídeos inquietantes y melancólicos, como la música de Joan Pons, en los que la muerte está muy presente porque a los dos artistas les gustan las incógnitas y «la muerte es la gran incógnita». «También me gustan los símbolos, mezclar cosas y ser poco claro. Me gusta la inconcreción, no sé por qué, es una cosa de carácter», concluye.