La Bassa Nova de Reus vuelve a la vida. El reformulado proyecto municipal para remodelarla ha recibido luz verde y arranca la fase de exposición pública. La documentación que guiará los trabajos, pendientes de salir a concurso público, refleja el doble objetivo de «recuperar la Bassa Nova para la población y como elemento patrimonial».
Con esa finalidad, «se restaurarán elementos originales de la balsa y se la dotará de carácter urbano» para que sea «un espacio lúdico, ligado al agua y en el que la gente disfrute». Tal como ya detalló en una comparecencia en marzo el concejal de Medi Ambient, Daniel Rubio, el proyecto prevé una balsa poco profunda. Además, habrá un sistema que permita ver las canalizaciones y un muelle al que las personas se puedan acercar para interactuar con el agua y emplear juguetes acuáticos.
Una pérgola y cámaras de vigilancia
El proyecto incluye gradas ajardinadas hacia el Camí de la Pedrera del Còbic y una rampa accesible. Pero también bancos, árboles, una fuente, aparcamiento de bicis y una pérgola con vegetación. Una valla rodeará parte del área y se instalarán cinco cámaras de videovigilancia.
La previsión es que las obras puedan ponerse en marcha durante el último trimestre de este 2024 y que el conjunto se inaugure en 2025. El plazo de ejecución previsto es de 8 meses.
Las baldosas se restaurarán
En detalle, los planes para la Bassa Nova recuerda que la estructura –que actualmente se encuentra en desuso– data de finales del siglo XIX y tuvo vocación de «almacenar y distribuir agua de consumo a la población», convirtiéndose en un punto «importante, a la vez que popular» al que «la gente acudía en familiar a merendar y dar paseos». La balsa tiene forma poligonal, con cinco caras y una pequeña casita.
En cuanto a las labores propias de la reforma, el suelo de baldosas de la Bassa se levantará cuidadosamente y estas serán restauradas y reutilizadas en algunos ámbitos concretos. La actual valla y la torre de media tensión que se ubica en el lugar se desmontarán.
La runa que hay en el interior de la caseta se retirará «con cuidado de no dañar ninguna parte que sirva para interpretar cómo era exactamente y aprovechar los elementos que se puedan conservar. El perímetro del solar de la balsa se urbanizará y se colocarán pequeños muros de contención.
El suministro de agua se configurará a través de un ramal desde la red existente en el paseo de la Boca de la Mina. El camino de la Bassa Nova se iluminará con columnas con cuatro metros de altura y LED. Y el recinto como tal contará con red de wifi municipal, es decir, estará vinculado al Reus Wifi.
El primer refugio climático
El proyecto ha incorporado también el concepto de refugio climático para proporcionar confort térmico. La zona de la Bassa Nova aspira a erigirse, de hecho, en «el primer refugio climático específico en la ciudad, de exterior y de tipología naturalizada, equivalente a la de un parque público».
En este sentido, tendrá cobertura de sombra, disponibilidad de agua potable y accesibilidad todo el año. También señalización específica, zonas de descanso y enlaces con rutas saludables.
El área quiere convertirse en un polo de biodiversidad con aves, reptiles y anfibios. El refugio climático dará cobertura a los distritos 6 –unos 19.500 vecinos– y 9 –cerca de 2.600 residentes– por su proximidad, aunque estará evidentemente abierto a todos. Se plantará nueva vegetación.
