Coloca cepos ilegales en su finca de El Catllar para que los depredadores no se coman sus gallinas

Se consideran artilugios peligrosos incluso para las personas ya que pueden perder sus extremidades

19 mayo 2017 16:30 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:34
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Los agentes rurales del Tarragonès han abierto diligencias penales a un vecino de Tarragona acusado de un delito contra la fauna por haber instalado cepos y lazos –artilugios ilegales– alrededor de su finca situada en el término de El Catllar para evitar que los depredadores le matases sus gallinas y otras aves. En una de las trampas descubiertas estaba enganchado un zorro por una de las extremidades. Estaba vivo, pero los veterinarios tuvieron que sacrificarlo debido a sus heridas, le causaban un gran sufrimiento. El hombre reconoció los hechos.

Desde hace tiempo, los agentes rurales patrullan por la zona de Mas de Tolosa, en El Catllar, porque en años anteriores ya habían encontrado cepos –en aquellas ocasiones relacionados con la actividad cinegética–. Fue un vecino que el pasado miércoles caminaba por la zona quien los alertó de que había encontrado un zorro herido enganchado a una de las trampas, de unos 25 centímetros de diámetro. La patrulla acudió al lugar y comprobó que el animal estaba atrapado por una de las patas. Los agentes lo liberaron y vieron que tenía una importante herida, y casi tenía seccionado la pata.

Los agentes inspeccionaron la zona en busca de más trampas. Encontraron otro cepo parado así como cinco lazos para capturar animales más pequeños. Todo ello fue decomisado. Tras averiguar el titular de la finca, los agentes hablaron con él y reconoció que colocaba las trampas para capturar a los depredadores.

El zorro fue trasladado al Centre de Recuperació de Fauna de Torreferrusa, donde los veterinarios tuvieron que sacrificar al animal por las graves heridas que tenía y que le causaban un gran sufrimiento.

Inicialmente, los agentes rurales realizaron una denuncia administrativa, a la vez que se están realizando diligencias para ser remitidas al fiscal de Medio Ambiente.

La tenencia y uso de este tipo de trampas es ilegal porque no se consideran selectivas ya que en ellas puede quedar atrapado cualquier tipo de animal, incluso personas.

El Código Penal castiga este tipo de actuaciones con penas de multa e incluso de prisión. A finales del año pasado, un vecino de El Catllar ya fue condenado por un Juzgado a pagar una multa de 1.200 euros por haber instalado 13 lazos de acero.

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