Arga Sentís (ICV): 'Los partidos de izquierdas no hemos estado a la altura en TGN'

«Un error que pasará factura». «Hemos sido incapaces de tejer un gobierno pese a que la mayoría del pleno es progresista. Hay lecciones que debemos aprender, como la de las elecciones andaluzas»

11 enero 2019 12:35 | Actualizado a 11 febrero 2019 19:20
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Arga Sentís es concejal del Ayuntamiento de Tarragona desde junio de 2011. Después de mantener su acta en los comicios de 2015, dejará la vida pública al final del presente mandato municipal.   

¿Por qué lo deja?
Es una decisión muy meditada, pero siempre he tenido claro que haría, como mucho, dos mandatos. 

¿Qué valoración hace de estos siete años y medio?
Han sido difíciles. El contexto ha sido muy poco constructivo. Mi voz es muy minoritaria y se ha generalizado una forma de hacer política que no me gusta. 

¿Cuál es?
La táctica a corto plazo de debilitar y cuestionar al adversario. Las ciudades necesitan espacios compartidos, ya que de lo contrario sólo se construyen capelletes. Y esto es muy negativo para una ciudad tan fragmentada como es Tarragona.

¿El año de los Juegos fue positivo para Tarragona?
Primero debe recordarse que debían ser para 2017. Se constató el fiasco del megaproyecto, que muestra el fracaso de la etapa Ballesteros y su incapacidad para leer las cosas. 

¿Por qué?
Su idea de ciudad no se ajusta a la realidad. No tiene en cuenta las primeras necesidades de los ciudadanos y, encima, lee los Juegos como un evento positivo. Debe reconocer que no han sido el revulsivo que se esperaba. 

Usted propuso renunciar.
Sí, en el primer pleno del mandato. El contexto económico y político en Catalunya no era el adecuado para tomar estos riesgos. Hay demasiado tacticismo.   

¿Fueron un timo?
Mintieron a la ciudadanía, pero ellos mismos estaban engañados. 

Los Juegos han dejado un importante legado a la ciudad en forma de equipamientos deportivos. 
Ya que están, deben gestionarse  de una manera cien por cien pública desde el Patronat d’Esports, pero debe dotarse a este organismo de los recursos necesarios. 

Pero usted votó en contra del presupuesto del Patronat. 
Sí, porque no contempla cómo debemos gestionar todas estas instalaciones. Y, mientras, se impulsan medidas electoralistas, como el bus gratis.   

¿Está en contra?
Es una propuesta que no soluciona los problemas de movilidad. Queda bien para afrontar las elecciones, pero no sirve para nada. Debe hacerse una tarificación social para la gente con problemas. La gratuidad no incrementará el número de usuarios ni hará que la gente deje el coche en casa. 

También se rebaja el precio de los aparcamientos soterrados públicos. 
Sólo son pedazos. No se apuesta por una movilidad que encaje en un proyecto común ni se impulsan los carriles bici. 

De nuevo, votó en contra de las cuentas municipales.
Es que la proyección a cuatro años vista no tiene sentido.  

Se apuesta por la vivienda social. 
Sí, pero es virtual, ya que depende de la venta de patrimonio.

En el entorno de IKEA debe ir un barrio con vivienda social, pero la empresa dice que no vendrá. 
Ya lo advertí. Esta apuesta no es el modelo urbanístico que necesita la ciudad, e IKEA no es el motor económico que se vendió. 

¿Es una Budellera 2?
Yo paralizaría su tramitación, ya que fue un barrio que se pensó sólo para IKEA estuviera en trama urbana consolidada. Al final pasará como la película Bienvenido Mr. Marshall. Lo preparamos todo para que vinieran y, al final, pasarán de largo.  

¿Cómo ve al alcalde?
Cansado. 

En el pleno hay mayoría de izquierdas, pero Ballesteros pactó con el PP. 
Hace cuatro años que lo estoy diciendo. No estamos a la altura de lo que la ciudadanía pide de nosotros. Este error nos pasará factura como ciudad. 

¿Ha faltado unidad de acción entre ERC, CUP, ICV y PSC?
Si fuimos incapaces de tejer un gobierno conjunto... 

¿Cree que Vox puede entrar en el Ayuntamiento?
Ya lo veremos. Hay lecciones que deberíamos aprender, como la de las elecciones andaluzas. Las luchas nacionalistas provocan que suban determinadas fuerzas. El escenario de polarización no es bueno. 

Usted es presidenta local de ICV. ¿Cómo concurrirán a las próximas municipales?
No nos presentaremos, ya que estamos en el proyecto de Catalunya en Comú en Tarragona. Otra cosa es si éste es capaz de desarrollar un espacio plural e ilusionante. Y llegar a gente nueva. 

¿Tiene dudas?
Digo lo que tendría que ser. Estamos construyendo un proyecto de ciudad.   

¿Fue un error renunciar a las siglas de ICV? En 2012 tenían más diputados que los que hay ahora de Catalunya en Comú.  
El reto que tenemos es construir una fuerza a la izquierda de la socialdemocracia, que además sea feminista y ecologista.  

Faltan cuatro meses y medio para las elecciones municipales y aún no tienen candidato. 
En el mejor de los mundos, lo ideal sería que ya hubiera. 

¿Cuál es su apuesta?
Deben convocarse primarias abiertas y democráticas, sin pactos secretos de despacho. 

¿Deben ser en enero?
Cuanto antes, pero primero debe definirse la fórmula: si es una confluencia o una coalición. Sea como sea, debe haber primarias.  

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