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Solamente faltaba la voz de Ballesteros en el combate entre el Port de Tarragona y el Ayuntamiento de Vila-seca por la ubicación de la futura terminal de cruceros. Lejos de hacer de árbitro, el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, coincide en argumentos con el presidente del Port, Josep Andreu.
«Las cosas están muy claras. La decisión sobre donde situar la terminal es de la Autoritat Portuària, y yo la respeto y la comparto», asegura el edil socialista, quien ve lógico que el lugar escogido de manera provisional sea el Moll de Balears.
«Para Vila-seca, lo importante es que se desencalle el Dic y Contradic dels Prats. De esta manera se regenerará la playa de La Pineda. Entiendo la inquietud, pero no podemos esperar seis o siete años para construir la terminal provisional. Y más, teniendo en cuenta, el anuncio de Costa Cruceros, que ya ha confirmado que ampliará la flota y la frecuencia en Tarragona», opina Ballesteros.
Además, el alcalde asegura que ya en época de los presidentes Badia y Burgasé, estaba claro que la estación definitiva de cruceros tenía que estar al lado del Port Esportiu. Finalmente, Ballesteros muestra su apoyo al presidente Andreu y asegura que la alternativa tiene el vistobueno de Puertos del Estado, «aunque aún está a la espera de la aprobación definitiva». Para el edil socialista, la medida tiene «todo el sentido del mundo».
Las declaraciones del alcalde de Tarragona llegan después del tenso cruce de comunicados que tuvo lugar el jueves, cuando el Ayuntamiento de Vila-seca –después de conocer la decisión de la Autoritat Portuària–, insistió en qué el Moll de Creuers se ubicará en La Pineda.
Como respuesta, Andreu, a través de una nota, le contradijo, asegurando que el emplazamiento definitivo será junto al Port Esportiu de Tarragona. Parece ser que el combate entre ambas instituciones no ha hecho nada más que empezar.
