Una furgoneta circulaba esta madrugada de lunes por la plaza Imperial Tarraco. La patrulla de la Guàrdia Urbana que divisó el vehículo se extraño al ver que el vehículo de carga llevaba la puerta lateral abierta y procedió a detener el transporte. La furgoneta iba en sentido a la avenida Roma y a los barrio de Ponent poco antes de las cinco de la madrugada.
Cuando los agentes pararon el vehículo observaron que el conductor, de 39 años, iba bebido y que en el interior de la parte trasera había otro hombre durmiendo la mona.
La Guàrdia Urbana solicitó la documentación, paso previo a la prueba de alcoholemia. Sin embargo, el conductor se negó, amenazó, gritó e insultó a los agentes.
No sólo eso, empezó a mover los brazos hasta que terminó agrediendo a uno de los agentes con un golpe en el pecho y un tirón en el brazo.
Ante la actitud agresiva, los agentes inmovilizaron al conductor, que terminó reducido. Lo detuvieron por ser autor de un presunto delito de desobediencia a la autoridad, delito de lesiones leves y posiblemente uno contra la seguridad del tráfico.
El acompañante se despertó de la mona, aunque él no está imputado.