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El Festival Internacional de Música Antiga que organiza el Monasterio de Poblet celebra este año su sexta edición. El certamen, que tendrá lugar los días 9, 10 y 11 de agosto, a las 21.30 horas, tiene al músico Jordi Savall como director artístico y cuenta con la colaboración de la Obra Social ‘La Caixa’ y la Fundació CIMA.
Esta edición presenta una serie de novedades, entre las que destacan la celebración de un cuarto concierto -a cargo de una formación que no es ninguna de las fundadas por Savall-, así como el hecho de que uno de los recitales estará dedicado íntegramente a la música de un compositor que acabó sus días como monje cisterciense de Poblet: Mateu Fletxa el Vell.
Así, uno de los alicientes del festival será la oportunidad única de escuchar las Ensaladas de Mateu Fletxa el Vell en el antiguo dormitorio de los monjes. Es decir, en el espacio donde probablemente dormía el propio compositor.
La programación de esta edición mira hacia el futuro con la incorporación del grupo Tasto Solo, una de las formaciones emergentes con más proyección internacional del momento, y con la presencia de la Jove Capella Reial de Catalunya, con la que Jordi Savall apuesta por los músicos más jóvenes, que han escogido la música antigua como especialización, siguiendo así el camino que el maestro igualadino empezó a abrir décadas atrás.
Todo sin olvidar las señas de identidad que ya son imprescindibles en el festival, como el diálogo entre culturas y naciones, algo que en esta ocasión se concretará con el concierto inaugural de Orpheus XXI, la formación impulsada por Savall a raíz de su proyecto para los refugiados e inmigrantes en Europa.
Además, habrá concierto íntegramente dedicado a la obra Les Nations, de François Couperin, uno de los grandes éxitos discográficos de Savall, con el que el compositor barroco quiso profundizar en los diferentes estilos musicales de los pueblos de Europa en su momento.
En esta edición los conciertos alternan dos emplazamientos diferentes del monasterio: la plaza abierta que permite la contemplación de las torres y de la fachada barroca de la basílica, y el antiguo dormitorio de los monjes, una nave gótica de grandes proporciones, perpendicular a la nave de la basílica, donde durante siglos durmieron los cerca de 200 monjes cistercienses que llegaron a vivir en Poblet.
El monasterio ofrece la posibilidad de completar la asistencia a los conciertos con la visita a un monumento que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1991.
Además, se puede cenar e incluso pasar la noche en la hospedería, situada dentro del recinto monástico, que durante todo el año ofrece paquetes especiales, que permiten disfrutar del Patrimonio, la cultura, la naturaleza y la espiritualidad del paraje y su entorno.
En los últimos años el Monasterio está apostando por incrementar su actividad musical, en el marco del programa Cosmos, sobre el que se articula la programación cultural.
