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La Generalitat de Catalunya tiene previsto contratar este próximo curso a un centenar más de docentes que el año pasado en el Camp de Tarragona.
Según ha podido saber el Diari, el Govern contempla pasar de las actuales 8.707 plazas de profesores a las 8.792, lo que representa un aumento de 85 tutores o, lo que es lo mismo, un 1%.
Esta planificación da continuidad a los crecimientos que ya se han experimentado a lo largo de los últimos años, y que situarán a la demarcación tarraconense con un 7,5% más de plazas de docentes que en 2015, cuando había 8.176.
En 2016 el número ya creció un 0,5%, llegando a los 8.224, una cifra que se disparó en 2017, cuando se situó en los 8.707 o, lo que es lo mismo, un 5,8% más.
Según los datos a los que ha podido tener acceso este periódico, el principal incremento se experimentará en primero de ESO, ya que el baby boom de los jóvenes nacidos en 2006 –justo antes de la crisis económica– finaliza sexto de Primària y pasa Secundària.
En ese sentido, y según la planificación que tiene a día de hoy sobre la mesa la administración autonómica, el gran crecimiento se dará en las plazas de instituto –que crecerán un 1,4%–, pasando de los 3.347 profesores del curso 2017-2018 a los 3.396 del 2018-2019.
«No es ningún capricho»
Asimismo, también experimentarán un importante aumento las plazas de los instituts-escola, que pasarán de las 107 actuales a las 120, lo que representa una subida del 12%. También ganarán peso, aunque de una forma mucho más moderada, las plazas de Interculturalitat, Llengua y Cohesió Social; así como las de las zonas escolares rurales, mientras que bajarán los profesores destinados a las escuelas de Primària.
De momento, se trata de unos datos que aún son provisionales, ya que el Departament está a la espera de conocer la lista final de grupos que tendrá cada centro, por lo que la asignación de plazas puede variar en los próximos días.
«Habrá un crecimiento considerable, por la necesidad que tenemos para cubrir servicios. No es ningún capricho, sino que la escolarización obligatoria nos obliga a hacer este esfuerzo, pese a que estamos con presupuestos prorrogados» indica el director de los Serveis Territorials d’Ensenyament del Camp de Tarragona, Jean-Marc Segarra (ERC), quien asumió el cargo el pasado 1 de julio en sustitución de Imma Reguant.
Según los datos del año pasado, en el curso 2017-2018 hubo en el Camp de Tarragona un total de 13.567 estudiantes de Infantil; 31.506 de Primària; 20.348 de ESO; 5.929 de Batxillerat; 4.409 de Cicles Formatius de Grau Mitjà; y 4.427 de Cicles Formatius de Grau Superior.
Segarra indica que las materias en las que son necesarios más refuerzos son lengua y literatura catalana y castellana, así como matemáticas.
«Durante los últimos años se ha dicho a los jóvenes que no estudiaran filologías, ya que supuestamente no encontrarían trabajo. Ahora, nos encontramos con el hecho de que los profesores se nos van jubilando... y no tenemos cómo reemplazarlos. De hecho, tiene que venir gente de Valencia» asegura el director territorial, quien reconoce que «debemos coordinarnos mejor con la Universitat Rovira i Virgili (URV)».
Profesores sin CAP
Varias son las medidas que llevará a cabo la Generalitat para poder cubrir el déficit de plazas que tiene en la actualidad. La primera es contratar a docentes para la ESO que no cuenten con la acreditación –el CAP– para poder dar clases, que es obligatorio desde 2009.
Se trata de una medida «excepcional», que se debe a la «falta de personal interino disponible para algunas especialidades docentes» según indican fuentes del Govern. Desde la Generalitat se asegura que se trata de una medida «provisional» debido al baby boom de los años 2006, 2007 y 2008.
«Nos vienen dos años de fuertes incrementos, en los que necesitaremos más profesorado» recalca Jean-Marc Segarra. Por ello, Ensenyament ha abierto una bolsa para atraer a personal interino. En esta linea, el Govern exigirá a los docentes que contrate y que no tengan el CAP necesario que se lo saquen antes del inicio del curso 2021-2022.
Otra vía que ha puesto en marcha la Conselleria de Ensenyament es la de habilitar a los profesores de Primària que hace años impartían séptimo y octavo de la antigua EGB para que ahora puedan dar clases temporalmente también a primero y segundo de la ESO. Asimismo, y ante la falta de personal especialista, la Genralitat apostará por el personal «polivalente».
Así, por ejemplo, en la demarcación de Girona se habilita a periodistas y personal relacionado con la comunicación para que puedan dar clases de catalán y de castellano.
Críticas de los sindicatos
La situación de falta de docentes ha sido fuertemente criticada esta semana por parte de la Federació d’Associacions de Mares i Pares d’Alumnes de Catalunya (FAPAC), que acusa al Govern de «falta de previsión» y de «poca transparencia», ya que «la oferta de plazas públicas no responde a un análisis de las necesidades de escolarización en la escuela pública ni a una adecuada planificación del sistema educativo».
A juicio de la federación, la Generalitat «sigue con la tendencia de mantener la educación Secundària privada concertada» ya que, a nivel de Catalunya, el Departament d’Ensenyament «ha ofrecido 17 grupos menos en centros públicos de los que son necesarios», mientras que en la concertada «ha ofrecido 53 grupos más de los que el sistema privado necesita».
