El acusado de una agresión neonazi en Manresa fue multado en el Nàstic

Pedro M.M. es el tercer acusado de un ataque en la sala de conciertos en marzo de 2012. El fiscal pide 23 años

19 noviembre 2018 16:30 | Actualizado a 22 noviembre 2018 10:33
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El último hombre juzgado por la brutal agresión neonazi ante la sala de conciertos Stroika de Manresa el marzo del 2012, Pedro M.M. ha negado este lunes su participación en los hechos.

Ha dicho que él no tiene nada que ver con la extrema derecha, que no se encontraba en el lugar de los hechos y que fueron dos de los otros involucrados los que quisieron extorsionarle exigiéndo 5.000 euros porque no lo implicaran en la agresión, puesto que se dejó su móvil de trabajo al coche de uno de los detenidos.

El fiscal solicita 23 años y tres meses de prisión por dos intentos de asesinato, lesiones y daños con agravante de motivación ideológica, mientras que una decena de los agresores fueron condenados el 2015 a penas de dieciséis a diecinueve años de prisión. Hoy la Audiencia de Barcelona ha empezado a juzgar al sospechoso, que había quedado pendiente de identificar.

Según quedó probado en la anterior sentencia, neonazis de diferentes puntos de Catalunya se reunieron en Terrassa para dirigirse juntos hasta la sala Stroika de Manresa. Los agresores iban con la cara tapada con capuchas y pasamontañas y "con una estética militar propia de los grupos 'skinheads'".

Según el escrito del fiscal, los detenidos se lanzaron sobre dos jóvenes que se encontraban a las proximidades de la sala sin ningún motivo o provocación previa y "con ánimo de acabar con su vida empezaron a agredirlos en regiones vitales del cuerpo como la cabeza con barras de hierro y puños americanos". Uno de ellos resultó herido crítico. La agresión se produjo a las puertas del local, donde actuaban dos bandas antifascistas, Kop y Non Servium.

La pieza que faltaba del puzzle

De la investigación quedó pendiente la identificación de uno de los participantes en la agresión, que ha sido posible a partir de los datos aportados por otra investigación de la División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra, relacionada con delitos de extorsión, lesiones, robo con violencia y pertenencia a grupos criminales. Pedro M.M. fue arrestado el septiembre del 2014 y, al registrar su vehículo, los Mozos localizaron una navaja multiuso y uno bate de madera.

El acusado ha negado formar parte de la ultraderecha, y ha dicho que sólo recibió una multa administrativa al estadio del Nàstic de Tarragona porque estaba cerca de una pancarta. También ha dicho que visitaba webs de ultraderecha para informarse.

Una de las principales pruebas contra él son las imágenes de un bar del Puente de Vilomara donde los neonazis se habrían encontrado para cenar después de la agresión. Él no se reconoce, pero varios investigadores de los Mossos d'Esquadra aseguran que se lo puede ver con los otros implicados.

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