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El PSC presentará en el pleno municipal de mañana una moción preparada por los sindicatos UGT y CCOO en la que se insta al Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya que «incluya en los presupuestos de 2019 la dotación económica necesaria para la ejecución del proyecto del nuevo Hospital Joan XXIII», cuya construcción está valorada en unos 48,5 millones de euros para que pueda ser una realidad en 2021.
En el texto –que será aprobado con los votos seguros de los socialistas, PP, Ciutadans, PDeCAT, ICV y la concejal no adscrita, Beatriz Pérez–, se recuerda que «durante los años de la crisis, el Joan XXIII ha sido uno de los grandes perjudicados ante la falta de inversiones que sufre el territorio», un hecho que, «sumado a la no reposición de los puestos de trabajo durante los últimos diez años», ha representado «la pérdida de la calidad sanitaria en la demarcación», según se indica en el documento.
Por ello, el documento insta a la Generalitat a invertir y reponer los recursos humanos perdidos a lo largo de la última década para que «el Joan XXIII vuelva a ser el hospital público de referencia en la ciudad y su área de influencia». Asimismo, el texto pide al Govern que «disuelva la empresa GIPPS», un ente que se ocupa de la gestión del sociosanitario Francolí.
«Frente común»
La concejal de Serveis Socials i Salut del Ayuntamiento de Tarragona, Anna Santos (PSC), hace un llamamiento a las fuerzas de la oposición para hacer un «frente común» y «lograr la partida presupuestaria en las cuentas de la Generalitat de este año», que aún se desconoce cuándo se votarán y si podrán tirarse hacia adelante.
El secretario general de la UGT en Tarragona, Joan Llort, pide a la corporación autonómica «que cumpla su propio plan estratégico», ya que hasta la fecha «únicamente se ha licitado el concurso de ideas», mientras que la planificación anunciada a finales de 2016 preveía que el nuevo inmueble pudiera ser una realidad dentro de sólo dos años. Por su parte, Joan Canela, de CCOO, lamentó la destrucción de «250 puestos de trabajo en el hospital a lo largo de los últimos años», así como la «precarización» de las condiciones laborales.
