Los niños demuestran que la cantera está garantizada en la Santa Tecla petita

Los más pequeños disfrutan y hacen lucir con toda su gracia por la Part Alta todos los elementos del seguici petit

20 septiembre 2018 10:29 | Actualizado a 25 septiembre 2018 11:46
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Muchos niños, algunos lloriqueando, otros llevando unos muñecos de dragones y acompañados por sus padres y familiares, todos ayer formaron una parte importante de la alegría común en la ciudad.

La famosa Cercavila de la Santa Tecla Petita, organizada desde hace veinte años por el Ayuntamiento junto a las entidades de las collas locales, fue un momento espectacular. Siendo un fragmento muy emotivo, esta celebración de las dos semanas dedicadas a la patrona homónima de Tarragona, se festejó de una manera vivaz.

Un ejército de niños y diferentes bestias salieron de la Plaça de la Font, entre ellos los 22 pequeños del Ball de Diables Petit. Representaban solo una parte de la multitud de agrupaciones infantiles ilusionadas por la fiesta.

Llevando sus dragones en miniaturas, ellos esperaban impacientes la hora de empezar la ruta que siguió por la bajada Misericòrdia, calle Major, plaza de les Cols, calle Merceria, plaza del Fòrum, calle Santa Anna, plaza del Rei, Pilats, bajada Pescateria, calle Cós del Bou, para acabar de nuevo en su punto de partida, en la plaza de la Font, después de unas dos horas.

Entre la gente se hallaban muchas personas curiosas haciendo fotos a las collas pintorescas que iban unas detrás de otras. Desde los balcones se asomaba otra gente, quizá con más suerte, ya que tenía la única oportunidad de observarlo todo desde lo alto. Mientras tanto, la acción se desarrollaba al máximo. 

Una joven de dieciséis años pertenecía a la banda de música Àliga, que era una de las numerosas bandas invitadas al evento. «Me llamo Gemma. Me encanta participar porque toco la gralla, que es un instrumento típico de aquí», decía. 

Un poco más allá se encontraban los pequeños de la colla Nanos Nous Petits. Jaume, de sesenta y seis años, venía con su nieta Laia, de siete. «Me gusta participar porque me trae mi yayo», dijo la niña.

Jaume explicó su afición con el hecho de que él también está vinculado a la colla de los mayores. Él contó en breve la historia de los seis ‘enanos’que representan desde el año 2014. «Son personajes reales de El Serrallo», y narró que entre estos hay también pescadores, por la fama de este barrio. 

Junto con esta agrupación infantil destacaba la Vibrieta. Carles Salvadó era uno de los miembros de la colla de los mayores. «Estoy aquí con mis dos hijos, Martí y Arnau, porque les encanta celebrar las fiestas en la calle». Destacó que los niños más pequeños tienen incluso menos de seis años.

Nadie supo responder cuál de los grupos era más divertido, los que tiran fuego o bien los que no lo tiran. Sin embargo, por cada ’colla’ había unos cuarenta participantes, algo que no se puede menospreciar. Entre ellos se veían caras de felicidad y emoción que actuaban como Drac Petit, Bou Petit, Ball d’en Serrallonga Petit, entre muchos grupos más.

Fue una tarde de mucha emoción en la que los elementos del seguici petit se lucieron a gusto y en la que los más pequeños demostraron que la cantera de la fiesta está asegurada.

Comentarios
Multimedia Diari