«No podemos enviarle ahora una patrulla. Son fiestas de Santa Tecla»

Es la respuesta que obtuvo una mujer al llamar al 112 al ver que le habían robado en casa

18 septiembre 2018 19:57 | Actualizado a 25 septiembre 2018 11:35
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«Llegué a casa y vi que me habían robado. Llamé al 112 y me dijeron que no había patrullas de los Mossos d’Esquadra ni de la Guàrdia Urbana disponibles porque eran fiestas». Es la doble denuncia que hace María, una vecina de la zona del Hospital Joan XXIII que vio que mientras ella estaba trabajando, los ladrones le revolvieron el piso y le quitaron todas las joyas y el dinero». Y lo que más le indignó es que su interlocutor al otro lado del teléfono le dijo que ya le llamarían y que mientras se fuera a casa de un vecino o de un familiar. Eran cerca de las seis de la mañana.

La víctima vive sola en el piso. Sobre las cuatro de la tarde del pasado viernes se marchó para ir a trabajar. La primera sorpresa la tuvo a las cinco y media de la mañana del día siguiente, cuando regresó a su domicilio. «Abro la puerta y encuentro la luz encendida. Miro hacia la izquierda, donde está el pasillo con las habitaciones, y también estaba la luz encendida».

La vecina sabía que era imposible que se hubiera dejado tantas luces encendidas. Y desde fuera ya vio que había cosas desperdigadas por el suelo. «Cerré la puerta sin llegar a entrar y bajé a la calle». Desde allí llamó al teléfono de emergencias 112. «Me dijeron que no tenían patrullas disponibles en aquellos momentos, que tardarían, ya que eran las fiestas de Santa Tecla».

Cuando le dijo al interlocutor que estaba en la calle, le contestó que fuera a casa de algún familiar o amigo para no estar sola «porque iban a tardar. Yo le contesté que me esperaba en la calle». Vio pasar a una patrulla de Mossos, pero no le dio tiempo de hacerles indicaciones para que parara. Sí que las hizo a una de la Guàrdia Urbana, pero los agentes no la vieron.

«Volví a llamar al 112 para decirles que veía pasar coches de los Mossos y de la Guàrdia Urbana y que aquí no venía nadie. Al cabo de 45 minutos llegó la patrulla de Mossos». La víctima no tenía claro si los ladrones podían estar todavía dentro. Primero entraron los Mossos para ver si había alguien. Después de comprobar que el piso estaba vacío, ella pudo entrar. «Tuve un ataque de nervios. Todo lo que tenía en las dos habitaciones y el comedor estaba tirado por el suelo». Le robaron el dinero y las joyas, «incluso las que eran de fantasía». Había anillos, colgantes, pendientes, pulseras, etc.

Otra víctima

Cuando acudió a la comisaría de los Mossos a denunciar el robo había un vecino de la calle Joan Serra i Vilaró, en Sant Pere i Sant Pau, al que la misma noche le habían sustraído joyas. Posteriormente, un vecino del tercer piso –ella vive en el primero– le dijo que sobre las diez de la noche vio a dos o tres ladrones, que iban de negro y con pasamontañas, y que cruzaban rápidamente la calle, sorteando a los vehículos que circulaban. Incluso al tirarse desde el primer piso rompieron una baldosa. Los autores subieron hasta la primera planta. A través del balcón, levantaron la persiana y forzaron la puerta corredera.

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