Ocho pisos de ‘alto standing’ se instalan en la Part Alta

Los nuevos apartamentos están ubicados en la calle de Comte y se caracterizan por sus grandes cristaleras y pocas paredes. Estarán listos a finales del mes de marzo

18 enero 2019 20:25 | Actualizado a 19 enero 2019 08:12
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Calle de Comte, número 11, más conocida como la calle de los Pilons. Este es el punto donde se están levantando ocho apartamentos de lujo en el corazón de la Part Alta. Se trata de un inmueble antiguo, totalmente reformado, en el que desde hace unos días el ritmo de trabajo es frenético. La idea es que estén listos a finales de marzo y, los ocho pisos –uno de ellos es un dúplex–  ya tienen propietarios. Todos van en torno a los 100 metros cuadrados y no tienen apenas paredes. El equipo de arquitectos-promotores apuesta por grandes espacios diáfanos. Cuentan con tres habitaciones, dos baños, plaza de párking y terraza.

Una de las principales características de estos lujosos apartamentos son las grandes cristaleras, que permiten la entrada de luz natural en el inmueble. Además, se ha trabajado el tema de la eficiencia energética, apostando, por ejemplo, por la ventilación cruzada o la instalación de placas solares. La fachada de la calle de  Comte se ha rehabilitado manteniendo el aspecto original, y el interior es totalmente nuevo, aunque conserva las vigas de madera y los muros de piedra.

Apartamentos personalizados

El proyecto se inició en el año 2012 y, desde entonces, las obras han sido intermitentes. Y es que no es un piso cualquiera. La peculiaridad del proyecto es que no cuenta con promotores. Los arquitectos trabajan directamente con los familias compradoras. Asun Vidal Layel es la arquitecta promotora. «Nosotros buscamos edificios o solares donde se puedan hacer viviendas. La intención es rehabilitar espacios degradados. Entonces, buscamos posibles compradores que quieran vivir en una casa así», explica Vidal. La iniciativa se aleja de la promoción convencional, en la que alguien compra un solar, encarga un proyecto y vende las viviendas. No hay especulación urbanística. Lo de la calle de Comte es algo más. 

Con este método, las familias que entran a vivir pueden decidir cómo quieren la casa. «Ponemos la arquitectura como parte principal de la promoción. Nosotros presentamos el proyecto, pero los finalistas –los que van a vivir– marcan las necesidades», añade Vidal. Justamente por esto, el proceso ha sido más largo de lo habitual. «Son apartamentos hechos a medida», explica Vidal.

Esta manera de operar se llama autopromoción y ya funciona en otros puntos del Estado español. Según explica Vidal, la de la calle de Comte es la primera experiencia en Tarragona, aunque no descarta repetir en la Part Alta o en otros barrios de la ciudad con el objetivo de rehabilitar zonas que están actualmente en estado de degradación.

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