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El desarrollo del Pla Parcial 1 (PP1), conocido popularmente como el ámbito de Quatre Garrofers, encara su etapa final. Después de casi diez años de trámites, este proyecto que transformará el acceso a la ciudad desde la carretera de Valls está a punto de iniciarse. Así lo afirma el concejal de Territori del Ayuntamiento de Tarragona, Josep Maria Milà, quien asegura que «las obras empezarán en 2019».
Por parte de la administración municipal, todos los documentos están aprobados, los propietarios de los terrenos han analizado los costes de urbanización y ahora está pendiente de hacerse la reparcelación, para que procederse al movimiento de tierras.
Éste es el ámbito en el que la Universitat Rovira i Virgili (URV) debía construir su residencia de estudiantes. Pese a ello, ahora mismo este proyecto está en un cajón. La difícil situación económica de la universidad, que incluso se está planteando parar la construcción de la nueva Facultat d’Educació, hace que ésta sea una inversión insasumible por la institución.
La Rovira i Virgili asegura que el proyecto fue «una propuesta en campaña electoral del anterior equipo de gobierno y de momento se ha quedado así». No obstante, ésta es una iniciativa de la que empezó a hablarse mucho antes. Fue en 2013 cuando el Ayuntamiento de Tarragona y la universidad firmaron un convenio según el cual esta última pasaba a ser la titular de 7.000 metros cuadrados de suelo (junto al Camí de l’Àngel), en contraprestación por los terrenos que se cedieron por el Jaume I.
La universidad quería aprovechar este espacio estratégico entre los campus Catalunya y Sescelades para cubrir la demanda de plazas de residencia y de equipamientos. No obstante, con la entrada en funcionamiento del centro junto al Complex Sant Jordi, y dadas las circunstancias económicas de este organismo, el proyecto no está en el calendario.
Con una superficie de seis hectáreas de terreno, este ámbito comprende una pieza que limita con la Avinguda de Catalunya, con la A-7 y la N-240, que en su paso por la ciudad adopta el nombre de Avinguda d’Andorra.
La urbanización del PP1 será de carácter privado. Criteria, la entidad holding de inversiones, y otros dos grandes promotores son los propietarios de los terrenos. En su conjunto se construirán 232 viviendas, de las cuales un centenar serán de protección pública.
Además del convenio con la Universitat Rovira i Virgili, el Ayuntamiento tiene firmados otros dos acuerdos que ha tenido que satisfacer con este plan parcial. Uno es con el propietario de la antigua gasolinera de la calle Colon, cerca de la Rambla Nova, que ahora recuperará el derecho adquirido y podrá montar una estación de servicio junto a la N-240.
El Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa también recepcionará unos terrenos. Así se acordó en su momento, cuando se llevó a cabo el proyecto de remodelación del Teatre Tarragona. Defensa cedía un espacio junto a la Plaça del Teatre a cambio de una superficie en Quatre Garrofers. Según explica el titular de urbanismo «la compensación es un terreno edificable que después podrán vender o construir vivienda de protección pública».
Cuando empiecen definitivamente las obras, la urbanización de la superficie se calcula que se ejecutará en un periodo de un año.
