Siguen cerrando tiendas, a pesar de la llegada del mercadillo de TGN a Corsini

Los comerciantes del entorno del Mercat Central aseguran que «hay más movimiento en la zona, pero todavía no se ha notado un incremento en las ventas»

24 septiembre 2018 18:58 | Actualizado a 25 septiembre 2018 18:23
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Ya han pasado dos meses desde la llegada del mercadillo a la Plaça Corsini y los comercios del entorno aseguran que la valoración es positiva, aunque por el momento no se ha notado un incremento en las vendas. Aún así, siguen cerrando tiendas del entorno del Mercat, como por ejemplo El Negrito i la Negrita, la óptica VisionLent y la cafetería Enzo, de la calle Colom.

«Pasa más gente por estas calles, pero por el momento, no se ha visto un resultado claro en la caja. Como mínimo se ve más movimiento», asegura Anna Álvarez, de la tienda de decoración El Desván, ubicada en la calle Reding. En esta misma línea, el presidente de la Unió d’Empresaris dels Voltants del Mercat Central y propietario de una tienda de corsetería de la calle Reding, Josep Maria Juan Biosca, asegura que «desde la llegada del mercadillo pasa gente nueva, que antes ni se acercaba a la zona», y añade que «aunque los que van a comprar al mercadillo no me compren a mí, que pasen por aquí es una manera de que me conozcan». 

Para los comerciantes del entorno del Mercat Central, la llegada del mercadillo era la última esperanza que les quedaba para recuperarse, después de 11 años de obras, ruidos y vacío. Alèxia Pla, de la tienda de ropa Imagina’t, ubicada en la calle Lleida, asegura que no tiene más clientela ahora que antes, «pero desde la llegada del mercadillo, a las nueve de la mañana ya hay vida en nuestras calles», asegura Pla. 

Por su lado, los bares han protagonizado una de las primeras polémicas desde la llegada del mercadillo, ya que algunos de ellos no pueden poner terraza durante los martes y jueves. A parte de esto, la mayoría de bares aseguran que la clientela se ha multiplicado por tres.

«Estamos trabajando y comparando este momento con los once años que hemos pasado, es de justicia decir que estamos en la gloria», explican Josep Pagès y Joana Vera, propietarios del Bocata Pai de la calle Reding, quienes también son conscientes y reconocen  que «nunca más volverá a ser como antes». Por último, desde la Associació de Concessionaris del Mercat Central de Tarragona aseguran que «hay más movimiento», explica la presidenta Montse Bertran, quien añade que «no concebimos el Mercat Central sin el mercadillo».

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