VÍDEO: Dames i Vells quema al rey y decapita al alcalde

El ‘ball parlat’ salió ayer por primera vez en estas fiestas y llenó todas las plazas

23 septiembre 2018 16:03 | Actualizado a 23 septiembre 2018 16:46
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Criticar a los poderes establecidos. Este es el reto del Ball de Dames i Vells de Tarragona, que solamente se deja ver durante las Festes de Santa Tecla. Se trata de un ball parlat de carácter satírico, interpretado solamente por hombres. Después de un año lleno de acontecimientos, el espectáculo estaba asegurado. La primera función siempre es el día 22 por la tarde.

La Plaça Dames i Vells, ubicada en el corazón de la Part Alta, se empezaba a llenar a las tres del mediodía, tres horas y media antes de empezar la función. Un grupo de jóvenes decidió llamar al Telepizza para que les llevasen la comida a la misma plaza. 

Cuando faltaba una hora para dar inicio a la representación, los músicos acudían al escenario natural para hacer las pruebas de sonido. Durante la espera, fueron muchas las ocasiones en las que la plaza pedía a gritos la dimisión del alcalde Ballesteros. 

Y de repente, puntuales, aparecían las mujeres que forman el cuerpo de seguridad, vestidas de riguroso negro, con casco policial y porra en mano. Primera alusión a la jornada del 1 de octubre. Se esperaban 34 minutos de un repaso exhaustivo de la actualidad, tanto local como nacional, siempre con el objetivo de hacer reír al público. 

Las parejas de Dames i Vells entraron en escena con la boca cerrada con una especie de cerrojo. «Se trata de una performance para denunciar la censura», decía uno de los demonios. Empezaban fuertes. Hablaron de temas locales, como por ejemplo los Juegos Mediterráneos. «Quedaron tan cutres que ahora voy diciendo que soy de Reus», decía una Dama. El rector, protagonizado por el actor Oriol Grau, le pedía al alcalde Ballesteros –Fermí Fernández–, «que no se quitara méritos. Que él había sido el culpable del fracaso de los Juegos y no los de los lazos amarillos». 

También trataron el tema del cierre de comercios del centro de la ciudad, como El Negrito i la Negrita o la Llibreria La Rambla. «Entre el Eroski y las Gavarres no nos queda ni una tienda», explicaba uno de los Vells. El riesgo de derrumbe del local de los Xiquets de Tarragona, la recién estrenada pasarela que une la Rambla y la playa y la mala racha del Nàstic también ocuparon algunas frases de la función. 

Ballesteros, el protagonista

El primer momento álgido de la tarde llegó cuando una de las Damas –la única que llevaba el lazo naranja porque era de Ciudadanos–, quemó, por equivocación, la foto del Rey Felipe VI. Su intención era ponerle una vela. Nunca antes el público había aplaudido tanto. Después de una manifestación feminista por parte de las mujeres del cuerpo de seguridad, entraba en escena el que simula ser el alcalde Ballesteros, quien confirmó que se vuelve a presentar a las elecciones para gobernar Tarragona por cuatro años más. Eso sí, con el apoyo de la Dama de Ciudadanos, quien le ofrecía un pacto. 

Tanto las Damas como los Vells recriminaron al alcalde algunas de sus actuaciones, como en el Caso Inipro o en la inauguración de los Juegos Mediterráneos. Finalmente, Ballesteros decidió ir a ver al Guardia Civil de Dames i Vells, el mítico señor Blázquez, quien fue interrumpido por una imitación de Marta Sánchez con el himno de España de fondo. 

Entre unos y otros, cortaron la cabeza al alcalde y al Guardia Civil. «A estas alturas, todo el mundo sabe que para gobernar Tarragona nunca he utilizado la cabeza», decía el que imitaba al alcalde. Dames i Vells encarna el espíritu más puramente carnavalesco, donde todo está permitido. Que siga la fiesta.

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