Viola y abusa repetidamente de su compañera de piso en Constantí

El fiscal pide 15 años de cárcel para el acusado, un ciudadano ecuatoriano residente en dicho municipio

25 septiembre 2018 12:01 | Actualizado a 25 septiembre 2018 12:06
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La Fiscalía de la Audiencia de Tarragona solicita tres años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales y otros doce años y medio por dos delitos de violación –uno de ellos en grado de tentativa– para un ciudadano ecuatoriano vecino de Constantí. Éste será juzgado el próximo 25 de octubre en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona.

El Ministerio Público, en su escrito de acusación al que ha tenido acceso el Diari, relata que la víctima, en septiembre de 2016, se instaló junto con su hija en un domicilio de Constantí, compartiendo el mismo con el otro inquilino, el procesado.

Desde noviembre de dicho año –cuando ella cesó una relación sentimental que mantenía con otro hombre– hasta mediados de enero de 2017 –cuando se marchó del piso– el acusado le realizó, en numerosas ocasiones, sin permiso de ella, diversos tocamientos por encima de la ropa. Ella se lo reprochaba y el le contestaba: «Eres una amargada por no aprovechar para estar conmigo ahora que estás sola».

A finales de 2016, cuando ella se duchaba en el baño del domicilio, el acusado apareció desnudo y le espetó para que saliera y mantuvieran relaciones sexuales. La víctima se negó y le pidió que marchara. A pesar de ello, el encausado sacó por la fuerza a la mujer de la ducha y la violó. Ella pudo zafarse y se refugió en su habitación.

La segunda vez

En la noche del 12 de enero de 2017, la mujer estaba en el piso con su hija, una amiga y la hija de esta. Sobre las diez de la noche llegó el acusado y los tres adultos se pusieron a ver la televisión. Más tarde, la víctima fue a la habitación a acostar a su hija. El acusado aprovechó ese momento para subir ostensiblemente el volumen del televisor y dirigirse a dicha habitación ya desnudo. 

Acto seguido, aprovechando que la mujer se encontraba agachada enchufando el cargador del teléfono móvil, el acusado le bajó el pantalón del pijama e intentó violarla de nuevo. Pero no lo consiguió ante la resistencia de la mujer y porque su amiga apareció en el lugar alertada por los gritos. El procesado cesó entonces en su conducta.

Ademas de los años de prisión, el fiscal solicita también que el acusado no pueda comunicarse de ninguna manera ni acercarse a menos de 300 metros de la víctima durante 32 años. Asimismo, y en concepto de responsabilidad civil, se enfrenta al pago de una indemnización de 6.000 euros por los daños morales causados como consecuencia de los hechos. 

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