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La pandemia aceleró la pérdida de población en todos los barrios de Tarragona

Solo en Torreforta hay 287 habitantes menos (tantos como el pueblo de Gratallops). Entre las causas: el envejecimiento, la baja natalidad, el freno de la inmigración y el precio de la vivienda

10 febrero 2023 19:56 | Actualizado a 11 febrero 2023 07:00
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Las grandes ciudades perdieron población durante la pandemia. Pasó en Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla, Zaragoza... Y también en todas las capitales de provincia catalanas, incluida la ciudad de Tarragona.

Joan Alberich González, profesor agregado del Departamento de Geografía y del grupo de investigación GRATET. Anàlisi Territorial i Estudis Turístics de la Universitat Rovira i Virgili, explica que este fenómeno tuvo al menos dos causas evidentes: por una parte el aumento de las muertes que provocó la Covid-19 y, por otra, el deseo de vivir en entornos con más espacio libre y cerca de la naturaleza después del confinamiento.

Pero hasta aquí una parte de la explicación, porque cada municipio y cada barrio tiene sus propias dinámicas. En el caso de Tarragona entre 2021 y 2022 se contaron en la ciudad 533 habitantes menos (un 0,4%). El año anterior, el más duro de la pandemia, ya se ‘perdieron’ 1.060 habitantes (el 0,8%).

Los municipios vecinos, al alza

Por contra, el año pasado la gran mayoría de los municipios vecinos: Reus, Salou, Cambrils, Vila-seca, Altafulla, Els Pallaresos, El Catllar... Ganaron vecinos.

En este sentido, aclara Alberich, la explicación no está solo en quienes hayan cambiado la ciudad por municipios más pequeños, sino en las propias características de la población de Tarragona; con un envejecimiento en aumento, nacimientos a la baja y la llegada de inmigrantes detenida por el cierre de fronteras. «Sin Covid en Tarragona ya estábamos perdiendo población por motivos naturales, pero con la pandemia se acentuó», señala.

Y es que en Tarragona, lo que se llama el crecimiento natural de la población: el saldo entre las personas que nacen y las que fallecen, es negativo desde el año 2020. Fue la primera vez en que en la ciudad murieron más personas (1.222) que las que nacieron (1.052).

También hay que tener en cuenta la caída de las migraciones, tanto de otros países como de otras partes del Estado. Si en 2020 hubo 229 personas más que salieron que las que entraron, en 2021 esa cifra llegó a 1.587 personas.

En resumen, señala Alberich, era más fácil que perdiera población una ciudad como Tarragona, con más población mayor y menos nacimientos, que municipios como Els Pallaresos con más familias jóvenes; ejemplifica.

La caída va por barrios

Pero si se miran los datos de los barrios en la ciudad también hay diferencias y en cada caso hay factores distintos que podrían estar detrás. Aunque en este caso los datos solo están disponibles hasta 2021 pueden ayudar a hacerse una idea de las tendencias. Ese año, de hecho, todos los barrios de la ciudad perdieron más o menos habitantes a excepción de los barrios marítimos que se mantuvieron (crecieron en 3 habitantes).

En números absolutos la zona que perdió más vecinos con la pandemia fue Torreforta, con 287 personas menos. Casi los mismos habitantes que tiene un pueblo de la demarcación como Gratallops (Priorat) donde hay 236 empadronados.

Alberich cree que en el caso de los barrios de Ponent buena parte de la explicación estaría en su dependencia de la personas migrantes, tanto del extranjero como de otras partes de España. Ese flujo, con la Covid, recuerda, se interrumpió.

Pero los propios vecinos aportan más razones. Rodolfo, de 40 años, nacido y criado en Torreforta, explica que él, igual que la mayoría de amigos y familiares de su edad, han dejado el barrio donde ahora solo quedan sus padres y sus tíos.

En algunos casos, como el suyo, se han trasladado al centro. «Cuando comenzamos en la universidad comenzamos a hacer nuestra vida aquí», recuerda.

Pero en otros casos el salto fue hacia otros municipios vecinos en el momento que las parejas comenzaban a pensar en tener familia. Se fueron a El Morell, La Pobla y especialmente Vila-seca, buscando cierto tipo de viviendas que en Tarragona no se habrían podido permitir por el precio y, a la par, contar con buenos servicios.

Cuestión de vivienda

Pero si Torreforta es la zona donde se pierde más población en números totales; si se revisa la proporción sobre el total de vecinos la mayor pérdida se produce en la Part Alta, donde en un año se perdió un 2,4% de la población.

Laia, que tiene la misma edad que Rodolfo, explica que cuando llegó a estudiar y a vivir a Tarragona en el 2005, para los jóvenes vivir en la Part Alta era algo atractivo, «de moda», pero ahora la situación ha cambiado mucho.

En su caso los amigos que han tenido hijos se han ido, y algunos vecinos mayores también. Es algo que achaca a las características de las viviendas, sin párking ni ascensor, así como a la falta de comercios y servicios. «Pero también a la presión del turismo, porque cada piso que se queda vacío lo dueños prefieren ponerlo en alquiler para turistas».

Ella, que vive en un piso pequeño asegura que está muy acostumbrada al barrio, pero exclama que «si viene otros confinamiento me tiro por el balcón».

El geógrafo coincide en que el precio y las características de la vivienda que hay en la ciudad influyen mucho y explican, sobre todo, la pérdida de población en el centro. «La ciudad se va volviendo una centrifugadora porque sale más a cuenta una casa a 15 kilómetros que un piso de 60 metros cuadrados en la Rambla Nova», dice.

Esto plantea un reto para la movilidad, porque muchas de esas personas que marchan siguen trabajando en el centro.

El otro gran reto, asoma, es hacer ciudades más amables, con espacios verdes y donde se pacifique el tráfico. En resumen, un sitio donde se pueda estar más a gusto al aire libre «esa es una de las enseñanzas que nos deja la Covid», señala.

No obstante, vaticina que con la composición actual de la población de Tarragona el número de habitantes seguirá menguando. La única opción para crecer está en las migraciones, tanto las que llegan de otros países como de otras partes del Estado y de Catalunya. «Tenemos que hacer la ciudad sea atractiva para las migraciones y para ello una de las cosas que habrá que abordar es el parque de viviendas y su precio», sentencia.

Crecimiento entre 2021 y 2022

Municipio Habitantes/% sobre el total

Reus +657 / +0,6%

Salou +516/+1,8%

Vila-seca +159 /+0,7%

Altafulla +97 / +1,8%

Els Pallaresos +58 / +1,2%

El Catllar +181 / +3,8%

La Pobla +27 / +0,7%

El Morell +71 / +1,9%

La Canonja -60 / -1%

Constantí -39 / -1%

Tarragona -533 / -0,4%

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