En la cafetería el aire acondicionado invita a conversar y a tomarse algo fresquito, pero fuera el sol cae a plomo. Es una de esas tardes en que solo se saldría de casa por una buena razón. Así pues, tiene su mérito que Carme (65 años) y la voluntaria que la acompaña, Begoña (48) estén aquí. De hecho, esta última admite que uno de los grandes retos ha sido conseguir que Carme salga de casa.
Carme y Begoña son la pareja más reciente de la asociación Amics de la Gent Gran en Tarragona. El programa ofrece acompañamiento a 18 mayores en la ciudad; podrían ser muchos más, pero faltan voluntarios.
Carmen cuenta que se enteró del programa gracias a la asistencia social del CAP y está contenta de haber dado el paso. «Begoña me da mucha compañía», dice. Begoña, por su parte, apunta que «me gusta el contacto con los mayores, me recuerda la relación con mis abuelos».
Unos pasos más allá están Pepita y Laura, la primera pareja que se formó en la ciudad. Ahora Pepita tiene otra voluntaria, pero la relación con Laura nunca ha desaparecido. Están disfrutando de lo lindo porque Laura ha venido con su bebé, de nueve meses. La niña no para de lanzarse a los brazos y llamar la atención de la abuela, que se rinde derretida.
Las parejas quedan una vez a la semana para conversar y hacer actividades a su gusto. Puede parecer un gesto sencillo, pero para algunos mayores estos momentos suponen su único contacto social significativo.
Magda Civit, técnica de la entidad que cumple cinco años en Tarragona, explica que el verano es uno de los momentos críticos para los mayores solos porque su escaso círculo social desaparece durante semanas.
Es por eso que, en la medida de lo posible, buscan voluntarios sustitutos en estas fechas. También buscan hacer pequeñas reuniones como la que nos encontramos. Se juntan igual para Sant Joan que para celebrar los cumpleaños del mes. «La soledad no sabe de vacaciones», resume.
Los efectos de la pandemia
Reconoce Civit que las necesidades de compañía se han incrementado con la pandemia. Pese a que el resto del mundo, con el fin de las restricciones, parece estar haciendo planes, muchas personas mayores se encuentran en otro momento muy distinto. «Es como si se hubieran acostumbrado a no salir y a eso hay que sumarle que vuelven a tener miedo de coger un autobús, de sentarse en una cafetería, de estar con otros... Es un miedo que no han superado y que se reactiva cada vez que vuelve a hablarse de una nueva ola en las noticias».
Amics de la Gent Gran, que ha lanzado la campaña ‘Estiu en companya’, recuerda, con estudios en la mano, que antes de la pandemia el 69,4% de las mujeres y el 66,2% de los hombres de más de 65 años sufrían soledad no deseada en España. A esto hay que sumar la situación provocada por la Covid-19. En 2021 el 41% de la gente mayor manifestó un aumento de su sentimiento de soledad durante la pandemia, y el 59% se ha sentido más vulnerable.
A algunas de la parejas del grupo (la mayoría son mujeres) las dejamos haciendo planes para ir a un recital. Lo dicho, el verano, en compañía, es más verano.
+ Información: estiuencompanyia.amicsdelagentgran.org Tlf.619 43 81 32
