Casi desde antes de aprender a caminar Nacho Álvarez ya sabía navegar. Quizá su RH no se mida en la proteína integrada en los glóbulos rojos, sino en la salinidad de su sangre. De hecho vive en un barco en el puerto de Segur de Calafell porque no sabe estar sin olor a salitre.
Después de pasar por muchas disciplinas náuticas como la vela en diferentes modalidades, el surf, el kitesurf y el paddle surf, del que fue uno de los impulsores en el país, Nacho Álvarez, de Calafell, cabalga ahora sobre las olas en un tipo de navegación que gana adeptos año a año: el foil surf.
Y como siempre Álvarez tiene que imponerse retos. Participará en el BCN Surf World Festival que lleva 15 años sin celebrarse en Barcelona y que regresa a lo grande y con la espectacularidad del foil surf.
Álvarez irá en esa tabla que vuela sobre el mar impulsada por su movimiento y el oleaje entre Barcelona y Badalona. Son un total de 16 kilómetros. En realidad 32 porque son dos días. Con 53 años, el apasionado de los deportes náuticos de Calafell es el de más edad apuntado en esa prueba.
«Me hace ilusión. Vivo en Calafell pero soy de Barcelona. Participar en ese espectáculo náutico en mi casa es una alegría».
Pero ¿qué es el foil surf? Es un deporte que gana adeptos en todo el mundo y que de alguna manera fusiona el surf y el windsurf. Se practica sobre una tabla con una gran quilla que eleva a la tabla sobre las olas y ofrecen la sensación de volar sobre el mar. Sin motores.
Durante la pandemia, cuando todos estábamos encerrados, Álvarez practicó y practicó en el mar de Calafell con esa tabla voladora que permite varias disciplinas. Con una vela en la mano, con remo o sencillamente con el impulso de las olas (por pocas que haya ya es posible navegar) y de los movimientos del cuerpo.
La quilla el secreto
Tanto así que el reto de Barcelona a Badalona lo intentará sobre una única ola gracias a las corrientes y al viento.
El funcionamiento de esas tablas es similar al de las alas de un pájaro pero en el surf foil lo que ofrece la sustentación es la fricción de las alas de la quilla.
Cuando ésta queda sumergida con las alas hace falta un poco de energía de una ola para elevarse sobre el mar y casi volar. Incluso a 40 km/hora.
Ávarez ya ha celebrado diferentes retos como los que hizo para la Marató de TV3 cuando cubrió en paddle sur la distancia entre Calafell y Barcelona: 39 millas náuticas (72 km). Fue además campeón de Catalunya, tercero en el Campeonato de España y cuarto de Europa.
Va a imponerse
Sin embargo ahora su pasión es el foil surf esta convencido que se impondrá. «Ya lo había visto pero no sabía de qué iba. Es una modalidad muy practicada por los hawaianos.
Asegura que en muy poco tiempo puede dominarse y a cualquier edad. Tiene alumnos de 70 años. «Y aporta muchas sensaciones. No hay rozamiento con el mar y te sientes como un pájaro. Es una mezcla de navegación y vuelo. El motor eres tu con la energía para levantarse. En las dos primeras olas ya se vuela».
