Probablemente cuando se haga una encuesta a final de temporada para elegir al mejor jugador de la campaña del Nàstic habrá un nombre que peleará por ser el vencedor. Por su posición no sería lo común que entrara en la terna, pero Nacho González está rompiendo tópicos con un curso excelente en el centro de la zaga. Un defensa puede tener mucha influencia en un equipo y el sevillano lo está demostrando. Es el pegamento que une todo y el jugador que alimenta el alma competitiva de los granas. Sin él, todo es más complicado. Lo dicen las sensaciones y lo refrendan los números.
Un fichaje de autor
Nacho González fue un fichaje de autor del cuerpo técnico. Dani Vidal puso su llegada encima de la mesa en el mercado estival. Lo consideraba clave en sus planes. El sevillano era el líder que necesitaba la zaga y el equipo para aumentar su poderío competitivo durante la temporada. Sus tres años en Mérida, con ascenso a Primera RFEF incluido, habían sido un decorado ideal para demostrar que estaba listo para un nuevo salto en su carrera.
Con paso en poderosas canteras como las del Espanyol o la del Betis, Nacho aterrizó en Tarragona con 29 años en plena madurez de su carrera y entendiendo claramente que su rol en el equipo iba a ser decisivo desde un primer momento. El paso del tiempo solo ha hecho que confirmar que dio el paso correcto porque en el Nou Estadi y a las órdenes de Dani Vidal ha ofrecido un rendimiento impecable en líneas generales.
El último partido frente a la Cultural Leonesa fue una evidencia de la perdida competitiva que sufre el Nàstic cuando Nacho González no está sobre el verde. Dicen que nadie es insustituible, pero lo cierto es que el zaguero de Sevilla lo está siendo este año. Unai Dufur le ha intentado relevar y ha pagado las consecuencias. No ha ofrecido un mal rendimiento, pero no ha podido igualar su nivel.
Dos goles más en contra sin él
El Nàstic regresó del descanso con 1-0 en contra en el Reino de León y con la baja de Nacho González como lastre añadido. El defensor había sufrido unas molestias en el aductor que le dejaron en la caseta de vestuarios. El conjunto grana no quería recordar cómo le había ido sin el sevillano porque los precedentes no eran buenos. Se confirmó una vez comenzó a rodar de nuevo el cuero. Los de Dani Vidal echaron en falta la contundencia y el liderazgo de Nacho González y se llevaron dos goles más, encajando la goleada más severa de la temporada (3-0) y encajando una cifra superior a los dos goles tras más de un año sin hacerlo (la última vez había sido en febrero de 2023 ante el Eldense).
No era la primera vez en la que el Nàstic se veía en la situación de tener que sustituir durante el transcurso del partido a su líder en la defensa. Antes ya lo había hecho. En las dos primeras ocasiones, ante Majadahonda y Sestao habían conseguido no encajar sin el sevillano, pero fue ante el Teruel en la primera ocasión en la que el conjunto grana compitió muchos minutos sin él. Fue cambiado en el 20’ por unos problemas en el hombro y Pablo Trigueros le añoró nada más salir del verde.
El conjunto grana iba perdiendo 1-0 y terminó cayendo por 2-0 ya sin la figura de Nacho. Algo parecido a lo que sucedió este pasado domingo cuando los granas vivían en el alambre con el 1-0 en el marcador y terminaron cayendo de él sin el sevillano al encajar dos goles impropios de la mejor defensa de la categoría.
¿Estará en Sabadell?
El Nàstic espera que el defensa sevillano esté presente frente al Sabadell en la Nova Creu Alta. Hablamos de uno de esos escenarios que engullen a los tímidos y más si se tiene en cuenta que los arliquenados se juegan la vida en la categoría de manera literal, por lo que no harán prisioneros. En ese contexto de partido que se dibuja en la mente de todos, Nacho González es capital. Si está disponible, jugará, no hay debate, aunque para ello debe haber superado 100% sus problemas en el aductor que le hicieron caer en el descanso ante la Cultural Leonesa, algo de lo que hoy Dani Vidal podría dar pistas en la rueda de prensa previa al encuentro del domingo.