La integración de la antigua carretera N-340 –ahora Avinguda Barcelona– en el núcleo urbano de Miami Platja es una reivindicación histórica de los vecinos de la zona.
Una actuación que lleva casi una década en el tintero, desde que entró en funcionamiento la autovía A-7. Luego llegó la crisis y lo paralizó todo. Pero ahora se ha desencallado.
El Ayuntamiento ha sacado a licitación el proyecto para hacer de la nacional una vía plenamente integrada en este núcleo de Mont-roig del Camp. Se convertirá en un paseo con parques infantiles, zonas verdes, carril bici y grandes aceras que se combinarán con otras de más estrechas. Serán espacios diáfanos.
El presupuesto de licitación es de 4,5 millones de euros (IVA incluido) y la intervención se concentrará en el tramo de la Avinguda Barcelona que va entre la plaza Tarragona (excluyendo la misma) hasta el cruce con las avenidas Veracruz y Cádiz, aproximadamente.
El 50% se financiará a través del Pla de Barris. Y la otra mitad corre a cargo del Ayuntamiento. «El plazo de ejecución acabará el 31 de diciembre de 2018. Pero es asumible porque la obra puede desarrollarse en un periodo de nueve meses.
Así que estamos dentro de los límites», señala el alcalde, Fran Morancho, satisfecho de que se desencalle el gran proyecto urbanístico del municipio. El plazo para la presentación de ofertas acabará el 27 de diciembre.
«Queremos que sea un espacio en el que pasen muchas cosas. No será el típico paseo. No habrá uniformidad en el recorrido porque buscamos alejarnos de la monotonía. Combinará parques con amplias aceras, otras de estrechas, carril bici...», remarca Morancho.
El alcalde subraya que para los vecinos de Miami Platja el lugar más importante del municipio es precisamente la Avinguda Barcelona. «Y así lo hemos defendido siempre», añade.
Las obras de renovación y mejora del centro neurálgico de Miami son una reivindicación histórica que se remonta al año 2009, cuando entró en servicio la autovía A-7.
Entonces Morancho estaba en su primer mandato como alcalde. Y empezó a trabajar para impulsar esta actuación urbanística. Se redactó el proyecto básico. «Ahora lo retomamos y será la gran obra del mandato», afirma.
Y añade: «Supondrá un paso muy importante para el núcleo, tanto a nivel social como económico».
Morancho se fija en el ejemplo de Vila-seca, que en su día pudo integrar la nacional en el núcleo urbano y su imagen cambió por completo.
Además, lo ve como una oportunidad para dejar atrás definitivamente el alto índice de siniestralidad de esta vía. Una vez materializada la obra, se romperá una barrera arquitectónica que todavía hoy divide el núcleo en dos.