Baix Camp. La comarca de la diversidad

Un contraste de espacios dibujados por la Costa Daurada y la sierra prelitoral que permite realizar cualquier actividad para gozar de la naturaleza

06 junio 2018 16:19 | Actualizado a 06 junio 2018 16:26
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La comarca del Baix Camp agrupa a 28 municipios y comprende parajes muy variados. Tiene costa, por Cambrils, Mont-roig del Camp y Vandellòs i l’Hospitalet de Llobregat; y zonas montañosas, por su proximidad con Prades, Capafonts y La Febró. Una de las cualidades de la comarca, aparte de la diversidad del relieve geográfico, es su potencial comercial y turístico.

Reus, emblema modernista

La capital de comarca, Reus, tiene un gran poder de atracción y ha consolidado su sello modernista poniendo en valor edificios y espacios tan importantes como la centenaria Casa Navàs, el Institut Pere Mata, la plaza del Mercadal –construida en pleno siglo XIX–, el Palau Bofarull –situado en la arteria comercial de la calle Llovera–, y el Gaudí Centre.

La Casa Navàs es todo un emblema modernista en la plaza del Mercadal y fue proyectada por el arquitecto barcelonés Lluís Domènech i Montaner. Atrae a todo visitante dispuesto a transportarse a la sociedad de principios de los noventa.

En la misma plaza, también se encuentra el Gaudí Centre, un centro de interpretación dedicado al arquitecto Antoni Gaudí que cumplió diez años el año pasado. Se trata de un espacio de experimentación interactivo para ahondar en la vida del artista y entender su arquitectura a través del descubrimiento del Modernismo.

Otro legado arquitectónico que dejó el ya mencionado Lluís Domènech i Montaner a principios del siglo XX es el Institut Pere Mata. Un hospital psiquiátrico aún activo que encierra una riqueza decorativa irrepetible. Uno de los espacios más representativos es el Pavelló dels Distingits, un edificio concebido en un primer momento para aquellos enfermos con mayor poder económico.

El paseo marítimo de Cambrils

No se queda atrás tampoco la villa de Cambrils, uno de los núcleos de la Costa Dorada. Ejerce de imán para turistas y autóctonos por su proximidad al mar y dispone de un gran paseo marítimo. El municipio de suaves pendientes está rodeado por la Serra de Llaberia, l’Argentera y el término municipal despoblado de Vilaplana, La Mussara. Este último sitio, a pesar de estar deshabitado desde los años cincuenta, ha sido reivindicado en los últimos años a través del festival de música y poesía Mussart, que se realiza llegado el verano.

Edificios de renombre

Más adentrados en la zona de interior, Riudecanyes dispone de otro atractivo patrimonial: el Castell Monestir d’Escornalbou, una mansión señorial que fue construida a principios del siglo XX que acoge numerosas visitas turísticas y eventos gastronómicos como el del Mercat de Santa Teca. La construcción está formada por los restos de dos edificios medievales: por un lado, el monasterio de Sant Miquel, fundado el año 1153; y por otro, está el castillo, construido encima de una fortaleza romana. Su propietario, el diplomático y egiptólogo Eduard Toda convirtió el histórico edificio en una residencia.

Entre Cambrils y Montbrió se encuentra la residencia de descanso y jardín del Parc Samà. El jardín botánico privado de hasta 14 hectáreas de superficie, se convirtió en la meca de los reportajes fotográficos de enlaces nupciales hace unos años. Es un conjunto natural ejemplar que fusiona la naturaleza y el estilo arquitectónico colonial. El parque, obra del arquitecto Josep Fontseré i Mestre, se construyó a petición del marqués de Marianao Salvador Samà, el heredero de una familia catalana establecida en Cuba.

El Castell de Paborde en la Selva del Camp también tiene mucho encanto, ya que durante siglos fue la residencia señorial de los prefectos de Tarragona y los arzobispos de la zona. Fue edificado a finales del s.XIII y aunque era una residencia muy frecuentada por el pavorde, hacia principalmente de almacén de frutos secos. Actualmente es un centro cultural muy activo.

Una ermita que enamora

Pasado Cambrils, hay puntos en los que el viajero o turista ha de detenerse de forma obligatoria. Es el caso de Mont-roig del Camp, donde a más de 200 metros de altitud, se encuentra la Ermita de la Mare de Déu de la Roca, un santuario que fue construido alrededor del siglo XVI y que encierra numerosas referencias religiosas de lo más antiguas.

El santuario se alza encima de una gran colina de roca roja y se ha transformado varias veces. De hecho en 1811 fue destruido por las tropas de Napoleón y, a partir de la reconstrucción asumida después, la ermita se quedó con el aspecto que muestra actualmente. Existen muchas leyendas relacionadas con la Ermita de la Mare de Déu de la Roca como la del ‘rey moro’, que da nombre al barranco de la ermita.

Playas irresistibles

En la zona sur de la comarca, en el municipio de Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant, se encuentra una de las playas más respetuosas de la zona de costa: la playa naturista de El Torn, con una longitud de 1.400 metros. Algo alejada, numerosos bañistas se acercan hasta ella para disfrutar de su tranquilidad y poca masificación. Además de poseer un clima íntimo, es popular también por el famoso Chiringuito de Pep, un negocio apreciado por sus deliciosas paellas, que llegan a pesar hasta 13 quilos.

Las montañas de Prades

La zona norte de la comarca comprende un conjunto montañoso muy importante: el de las montañas de Prades, con una extensión de más de 307,00 quilómetros cuadrados. Se extiende por una gran cantidad de municipios de comarcas diferentes, como el Alt Camp, el Baix Camp, la Conca de Barberà y el Priorat.

Entre las montañas de la conocida Vila Vermella, se encuentra la Serra de Llaberia, característica por sus riscos calizos regulares y claros. La fauna de dicha sierra es famosa por su variedad. Se pueden encontrar especies autóctonas como el tejo, un tipo de árbol de especie eurosiberiana que crece en condiciones frías, húmedas y espacios elevados.

 

307 Kilómetros cuadrados de extensión tienen las montañas de Prades, todo un paraíso natural lleno de contrastes, encanto e historias

En pleno centro de las montañas de Prades, en la población de La Febró, se encuentra otro reclamo turístico como son los Gorgs de La Febró. Son unas piscinas naturales que hacen del municipio un destino singular. El entorno natural de estas pozas, ofrece al espectador una estructura calcárea de macizo montañoso ideal para hacer senderismo.

En la zona noroeste de la comarca se encuentra también la localidad de Capafonts, núcleo de numerosas rutas para aquellos asiduos a descubrir la naturaleza a través de recorridos a pie. Existen cantidad de combinaciones para poder estar en contacto con la naturaleza. La Cova de Gralles es una referencia habitual. En época de lluvias, la cueva semiesférica de unos 15 metros de profundidad, puede ofrecer hermosas colas de caballo a modo de cascadas.

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