El Fiscal General del Estado, Julián Sánchez Melgar, ha apuntado este jueves en un almuerzo informativo en Madrid que el caso del mecánico de Reus investigado para negarse a arreglar el coche de una agente de la Policía Nacional quizás no constituiría, a su entender, un delito de odio.
“Nos preocupa que se sepa con claridad cuando estamos ante un delito de odio o no”, ha dicho citando como ejemplo las diligencias contra profesores de escuelas en relación al referéndum del 1-O.
En todo caso ha afirmado que sí que hay que “perseguir los insultos y vejaciones en las redes sociales” donde “no se puede decir cualquier cosa”, porque “ante la libertad de expresión hay el honor de las personas, y son comportamientos que entran directamente a la difamación pública”.