Denuncian un bloque lleno de ocupas en el centro de Tarragona

Se trata del número 54 de la calle Estanislau Figueras y la azotea está llena de maderas, colchones, ropa y sacos de basura. Los vecinos se sienten impotentes al no poder denunciar

21 mayo 2019 07:44 | Actualizado a 21 mayo 2019 11:18
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Temas:

No solamente hay pisos ocupados de forma ilegal y acompañados de incivismo en la periferia de la ciudad. En el centro también los hay y la problemática es similar. Vandalismo, suciedad, peleas y vecinos cansados de soportar esta situación. Es el caso del bloque número 54 de la calle Estanislau Figueras, en pleno corazón de Tarragona. Desde hace aproximadamente un año, el edificio, propiedad de una entidad bancaria, está totalmente ocupado. Los vecinos de los bloques más cercanos tienen miedo y piden que se actúe. Pero la solución no es nada fácil.

«Tengo una hija de 19 años que sale de trabajar a medianoche. Tengo miedo de que le ocurra algo »
María

María –nombre ficticio, como la mayoría de los que aparecerán en este artículo– es vecina de la calle Estanislau Figueras. Hace unos diez meses, mientras estaba teniendo ropa en su terraza, se dio cuenta de que la azotea de delante estaba llena de escombros. «Había una gran acumulación de maderas, colchones, ropa y sacos llenos de basura. Nunca me llegué a imaginar lo que estaba ocurriendo», asegura María.

Fue entonces cuando los vecinos decidieron acudir a la policía para averiguar quién vivía allí y porqué el terrado se encontraba en ese estado. «Me dijeron que el bloque era propiedad de una entidad bancaria y que los cinco pisos estaban ocupados de manera ilegal», explica María. 

Desde entonces y hasta ahora, se ha convertido en algo habitual que, tanto los Mossos d’Esquadra como la Guàrdia Urbana, se acerquen a la calle para intervenir en peleas. «Se tiran incluso botellas de cristal desde arriba», explica otro vecino, Joan, quien asegura que «vivimos con miedo de encontrarnos con episodios desagradables». Joan añade que «cada vez que oigo que se pelean lo grabo».

Por su parte, María tiene una hija de 19 años que sale de trabajar a las doce de la noche. «Me da mucho miedo que se los encuentre al llegar a casa. Siempre la espero despierta y vigilándola por la ventana. Es muy angustioso vivir así», confiesa María. Algunos vecinos aseguran que en el bloque en cuestión se vende droga.

Pero la inseguridad no es lo único que les preocupa. «La azotea está hecha un asco. El día que menos nos lo pensemos, alguien le prende fuego y salimos todos volando», explica otra vecina, Ana, quien hace unos días decidió entrar en el bloque. «No me creía lo que estaba viendo. La instalación eléctrica es un peligro. El cuadro está protegido por una cortina y la luz está pinchada. Nos inquieta pensar que se puede provocar un incendio. Además, los rellanos están llenos de sacos de basura y las cerraduras están rotas. Viven en una situación de total insalubridad», relata Ana, quien asegura que «desde que el bloque está ocupado, el nuestro ha sufrido muchos desperfectos. Nos roban los timbres y las bombillas, la mayoría de rellanos no tienen luz». 

La impotencia de los vecinos
Los vecinos de los bloques más cercanos han querido denunciar la situación ante los Mossos d’Esquadra, pero no han podido. Tal como marca la ley, es el propietario del inmueble quien debe interponer la denuncia. «La policía no nos quiere decir el nombre de la entidad bancaria propietaria de los pisos. Hace pocos días, volvimos a ir y solamente pudimos dejar constancia de nuestras quejas», explica Joan, quien añade que «el día que pase algo grave, ellos deberán también hacerse responsables». Los vecinos están indignados con la situación que viven y piden que las administraciones les ayuden a desalojar el bloque.

«La ocupación ilegal no solo es un fenómeno de barrios. En el centro también pasa»
Fabián Huguet
COAFT

Los Mossos d’Esquadra aseguran que los agentes se desplazan hasta el lugar en el caso de que alguien les avise de que se está cometiendo un delito, «pero no podemos desalojar a nadie sin una orden judicial», aseguran fuentes policiales. Por su parte, Fabián Huguet, presidente del Col·legi d’Administradors de Finques de Tarragona (COAFT), recomienda a los vecinos ir al registro de la propiedad y pedir una nota simple sobre la titularidad del edificio. «Son muchos los bloques  totalmente ocupados. No se trata solo de un fenómeno de barrios. En el centro también pasa», concluye Huguet.

Comentarios
Multimedia Diari