La Tarragona de turismo deportivo, sin proyecto

Cuando hace tres meses que los Juegos Mediterráneos bajaron el telón, aún hay muchos interrogantes sobre el legado y el futuro de las instalaciones. A finales del pasado mes de marzo Inefc presentó un informe en el que se evaluaban las diferentes propuestas para la gestión de estos equipamientos. Sin embargo, desde la Fundació no se ha concretado cuál es la opción definitiva y si se va a crear un consorcio o se buscará una empresa privada que se encargue de esta actividad.

Es un primer paso para que se defina otra de las patas sobre las que reposa el legado de los Juegos: hacer de Tarragona un destino de turismo deportivo. Por el momento, este proyecto, que se convirtió en un mantra del Ayuntamiento en los meses previos a la competición, no se ha concretado en nada.

Preguntado sobre el respecto, ningún representante del equipo de gobierno ha querido hacer declaraciones. Javier Villamayor (PSC), como concejal responsable del Comissionat dels Jocs Mediterranis, está cerrando los números y alude a que su responsabilidad en este ámbito acabó cuando finalizaron los Juegos.

Cambio de interlocutores y también del partido en el equipo de gobierno responsable de este tema. Y es que Villamayor pasó las competencias a las concejalas del Partido Popular Elisa Vedrina e Inmaculada Rodríguez, dirigentes de Esports y Turisme, respectivamente.

No obstante, ninguna de estas áreas tenía una partida presupuestaria para llevar a cabo las acciones necesarias que conlleva un proyecto de estas características.

El Ayuntamiento nos remite a la web (http://www.llegat2018.cat/) desde la que debe proporcionarse la información alrededor de este proyecto de futuro. La última actualización en el apartado de noticias es del 13 de junio, cuando aún no habían empezado los Juegos. Sin embargo, sí que se incluye una pestaña sobre Turisme Esportiu. En ésta puede consultarse el trabajo realizado hasta el momento por la Xarxa de Turisme Esportiu y se afirma que ésta tiene un total de 125 miembros entre representantes del sector público y empresas privadas del territorio.

En esta misma página está colgado el Pla d’Acció Sectorial del Turisme Esportiu, un documento de 128 páginas elaborado en diciembre de 2017 por el Parc Científic i Tecnològic Turisme i Oci en el que se hace una diagnosis, una visión de futuro y un programa de actuación. Entre los elementos que se contemplan se incluye concretar acciones de colaboración con restaurantes para que dispongan de una oferta gastronómica orientada a los deportistas, crear un calendario compartido de eventos y un plan anual de comercialización. Sin embargo, en el documento no se habla ni de presupuestos ni de acciones concretas por parte de cada municipio. Y es que se trata de una hoja de ruta en la que se habla de estrategia conjunta de territorio, independientemente de si hay ciudades que ya llevan una dilatada trayectoria, como Salou o Cambrils, o aún están en el puesto de salida, como Tarragona.
¿Vendrán grupos de deportistas a entrenar a partir del año que viene? De ser así, ¿dónde se alojarán? Son algunas de las preguntas que por el momento no tienen una respuesta. A día de hoy tan solo ha trascendido que los días 7, 8 y 9 de septiembre la liga ACB hará parada en Tarragona y que el Palau d’Esports será una de las sedes del Mundial de Handbol femenino de 2021. 

Dos ejemplos de éxito

Uno de los municipios referentes en el territorio es Salou. El Grup Empreses Blasi hizo una apuesta en 2010 para desestacionalizar la temporada y sentó las bases de lo que a día de hoy es el Complex Esportiu Futbol Salou.

El año siguiente ya se presentó el proyecto en Fitur y, a nivel municipal, empezó a promocionarse Salou como nuevo destino deportivo a pesar de que se trata de una iniciativa 100% privada. En 2012 se celebran los primeros stages de equipos profesionales y torneos de fútbol base, tanto nacionales como internacionales.

Y con el paso de los años incluso cuentan con una academia en la que se imparten cursos de esta modalidad deportiva y de tecnificación, además de un centro de recuperación de lesiones. La empresa explica que cuenta con un departamento propio de promoción e innovación para dar a conocer el producto y esto ha hecho que, entre los clientes, no tan solo llegan futbolistas, sino profesionales de otros ámbitos que compiten en este deporte y amantes de otras disciplinas como el ciclismo, que valoran el clima y las instalaciones.

Los clientes son «equipos originarios de países fríos que buscan instalaciones de primer nivel en países con un buen clima para realizar sus estancias en invierno», explica la compañía. Para ello, la oferta de Cambrils Park Resort se adapta para desestacionalizar la temporada y abrir 340 días al año. Tras el verano, se convierte en un Sport Village en la que los deportistas cuentan con servicios específicos y una oferta gastronómica adaptada.

El municipio de Salou recibió la certificación de Destinació de Turisme Esportiu gracias a la construcción y el impacto de esta iniciativa privada. En cambio, en Banyoles el que tiró del carro fue el Ayuntamiento.

En el año 1992 este municipio fue sede de las pruebas de remo durante las Olimpiadas de Barcelona. El evento situó a esta localidad de 19.000 habitantes en el mapa y en 2007 el Ayuntamiento impulsó un proyecto, en colaboración con el sector privado, para convertirse en referente en la organización de eventos nacionales e internacionales relacionados con el remo, el piragüismo, las BTT, las triatlones y la natación. «Empezamos a acudir a ferias especializadas y a hablar con las federaciones de estos deportes», explica el concejal de Esports, Jordi Congost.

Lo hicieron a través de una empresa especializada que mandó 8.000 dosiers con el portafolio de servicios a las federaciones de todo el mundo tan solo especializadas en estos deportes.«Se convirtió en un proyecto de municipio hasta el punto que se modificaron temas del POUM para que pudiera favorecerse su  práctica», argumenta el concejal. Banyoles registra al año 50.000 visitantes vinculados a la práctica del deporte, cada año celebra unas veinte pruebas y de cara al año que viene ya tienen cerrados cuatro campeonatos de España y dos internacionales. «Con las federaciones se trabaja de un año para otro. Si Tarragona no tiene nada cerrado aún, lo tiene crudo», sentencia.