Los ayuntamientos defienden una visión metropolitana del transporte

Los municipios abogan por una revisión de las funciones de la ATM, mientras la Generalitat está dispuesta a escuchar la demanda y apuesta por la integración tarifaria a través de la T-Mobilitat

17 agosto 2018 09:40 | Actualizado a 17 agosto 2018 09:50
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Su presentación aún es reciente. Sin embargo, el acuerdo en materia ferroviaria entre las ciudades del núcleo central del Camp de Tarragona ha abierto un nuevo marco de relaciones con oportunidades para explotar a nivel territorial. Uno de los campos es el del transporte público. Y aquí todos los responsables políticos defienden que debe avanzarse hacia una visión conjunta del servicio.

«A medio o largo plazo, el área central del Camp de Tarragona debe articularse como una ciudad metropolitana, compartiendo más servicios», defiende el concejal de Promoció Econòmica i Urbanisme del Ayuntamiento de Reus, Marc Arza. El modelo a seguir es el que se sigue con la gestión de los residuos, que se hace de forma mancomunada a través del Servei d’Incineració de Residus Sòlids Urbans de Tarragona SA (Sirusa), que está participada por los ayuntamientos de Cambrils, Constantí, La Canonja, Reus, Salou, Tarragona, Valls y Vila-seca. 

Arza defiende que «el acuerdo en materia de infraestructuras va en esta dirección. Ahora tenemos el mapa, nos falta compartir la conectividad», defiende el edil reusense.

Arza: «El área central del Camp de Tarragona debe articularse como una ciudad metropolitana»

Las competencias en materia de transporte interurbano las tiene la Generalitat, a través del Departament de Territori i Sostenibilitat. En los últimos años se ha dado un salto importante con la creación del servicio Express y próximamente también con el nuevo servicio directo de transporte por carretera entre Tarragona y Reus. Sin embargo, los políticos del territorio consideran que debe irse más allá. «La ATM ha servido para tener una mesa de reflexión y de uniformización del billete a nivel tarifario, pero no podemos quedarnos aquí», afirmaba hace unos días el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros. 

Los límites del municipio
Tarragona y Reus comparten esta visión metropolitana, que debe servir para reflexionar sobre el sistema de transporte. Las dos ciudades hace tiempo que vienen denunciando las limitaciones que la situación actual provoca. Los autobuses de la EMT no pueden llegar a la estación del AVE. Tampoco el transporte reusense puede llegar a La Plana (Vila-seca). «No sé si nos interesaría poder llegar a Les Gavarres y, sin embargo, no podemos», dice Arza. Aboga por un «cambio de mentalidad». «El área metropolitana de Barcelona a donde más visible se hace es en materia de transporte público», añade el reusense.

La estación del AVE Camp de Tarragona y el aeropuerto de Reus son dos claros de ejemplo de la ausencia de esta visión conjunta. La mayoría de los autobuses que se dirigen al AVE desde la costa pasan por Tarragona y en algunos casos el trayecto dura aproximadamente una hora y media.

Ballesteros: «La ATM ha servido para tener una mesa de reflexión, pero no podemos quedarnos aquí»

Ballesteros defiende «una nueva concepción» del sistema de transporte por la delegación de competencias de la Generalitat a la ATM. 

Por su parte, el alcalde de La Secuita, Eudald Roca, defiende la creación de una «mancomunidad de transporte» en la que las decisiones se tomen de forma global. «No tiene lógica que Tarragona tenga su empresa, con los autobuses que no pueden salir de su ámbito territorial, cuando los polos de población se están desplazando. Tampoco es lógico que Tarragona defina unas políticas, Reus las suyas y, en cambio, sea la Generalitat la que regule cómo deben comunicarse estas dos ciudades», sigue argumentando el alcalde de este municipio del Tarragonès. Esto, según opina, ha conducido a un modelo con déficits. «Hay unas concesiones y unas tarifas, pero debe servir para poder hacer una integración tarifaria inteligente», argumenta Roca. 

Hacia un modelo inteligente
La Generalitat de Catalunya está dispuesta a escuchar esta demanda territorial. Así lo avanzaba el secretario de Mobilitat, Isidre Gavin, quien asegura que «si el mundo local cree que es positivo para el territorio, no tenemos ningún inconveniente en sentarnos». Sin embargo, la administración catalana defiende que muchas de estas reivindicaciones quedarán resueltas con la puesta en servicio de la T-Mobilitat, un sistema que prevé cambiar radicalmente la forma en la que los ciudadanos utilizan el transporte público.

Gavin: «La T-Mobilitat debe servir para poder hacer una integración tarifaria inteligente»

Este modelo permitirá avanzar hacia un modelo personalizado, en el que cada ciudadano pagará en función de sus rutinas, facilitando la aplicación de descuentos a partir de cierto números de viajes. La tarjeta integrará tanto el servicio de autobús como el ferrocarril. Gavin explica que en una primera fase se aplicará al área metropolitana de Barcelona. Será a mediados del año que viene y, posteriormente, en una segunda fase, entrará en funcionamiento al resto de Catalunya. Para ello, previamente debe llevarse a cabo un estudio que, según el responsable de Mobilitat, «debe servir para poder hacer una integración tarifaria inteligente, de forma que pueda fomentarse la utilización del transporte público». 

Gavín ya avanza que en el estudio se analizará todo el sistema de transporte por carretera y ferrocarril con el objetivo de «conocer cómo podemos organizarnos mejor».

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