El Procés catalán tiene sus propios líderes en las redes sociales. Los políticos dirigen el debate (léase también discusión), pero no son los únicos: hay personas de fuera de la escena política cuyas opiniones están teniendo una gran repercusión. Josep Maria Grau se acaba de doctorar en Antropología y Comunicación por la URV con una tesis sobre las redes de influencia y la construcción de opinión pública en Twitter.
Su investigación se basa en cerca de 11 millones de tuits relacionados con la agitada situación política de Catalunya: desde el anuncio de la Llei del Referèndum hasta lo sucedido el pasado 1 de octubre.
En ambos bandos, independentista y unionista, hay influencers. Un matiz: Grau considera influencers a aquellos perfiles que reciben más retuits y menciones. No valora los contenidos de sus comentarios, solo la cantidad.
El diputado de ERC Gabriel Rufián (@gabrielrufian), el exdiputado de la CUP David Fernández (@HiginiaRoig), la CUP (@cupnacional), la periodista Empar Moliner (@emparmoliner) o el fotoperiodista Jordi Borràs (@jordiborras) encabezan la listas de referentes tuiteros de los secesionistas, en la que se han colado perfiles anónimos, como Federico (@AquestFrederic), Max (@Well086) o Manuel García (@Candeliano).
«Carles Puigdemont tiene menos retuits que algún perfil anónimo, lo que demuestra que la influencia en la construcción de opinión pública puede venir de personas que no se encuentran a la esfera pública convencional», afirma Grau.
En el lado unionista destacan el periodista Antonio Maestre (@AntonioMaestre), el líder de Ciudadanos Albert Rivera (@Albert_Rivera), el perfil de su partido (@CiudadanosCs), el expresidente Mariano Rajoy (@marianorajoy), el Ministerio del Interior (@interiorgob) o el periódico El Mundo (@elmundoes).
Grau clasifica también «perfiles indeterminados», entre los que están el fundador de Wikileaks, Julian Assange (@JuliaAssange), la periodista Patricia López (@patricialopezl) o el anónimo Anacleto Panceto (@Xuxipc).
El investigador concluye que se ha generado una reformulación de la articulación de la influencia: el mundo digital ha cambiado la influencia clásica de los medios de comunicación y de los poderes fácticos y convierte en influencers a personas que no necesariamente son públicas. «Twitter es un reflejo de lo que se cuece, amplificando un poco el ruido: si hay polarización (entre las comunidades del sí a la independencia y del no) es porque ya viene de fuera. Y es un entorno que, como tal, permite dar voz propia a personas que sería muy complicado que la tuvieran en la era preinternet» explica.
El 50% de los retuits sobre el procés se concentra en muy pocos perfiles, concretamente entre un 0,02% y un 0,163% del total. «Se configura una elite 2.0, cambiante según el acontecimiento analizado, y hay una gran cantidad de perfiles que comunicativamente no tienen ninguna influencia» apunta.
De los influencers de retuits, entre el 39% y el 61% son perfiles que pertenecen a «las esferas públicas periféricas». «Lo interesante de la investigación es el grueso sustancial de perfiles que no pertenecen a la esfera pública convencional. Hablamos de ciudadanos activistas que tienen voz propia conviviendo con medios tradicionales, periodistas, políticos, etc.», dice.
Para llevar a cabo este trabajo, Grau, que es ingeniero electrónico e ingeniero técnico en Telecomunicaciones, desarrolló un software que filtra los tuits de cada caso y extrae los perfiles que han generado los retuits y las menciones. Diseñó códigos para clasificarlos a partir de palabras clave y etiquetas (hashtags) y, de este modo, identificó las comunidades virtuales de carácter independentista y unionista.