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La elección de Josep Ribas como juez de paz de L’Arboç genera quejas de la oposición ya que es el padre del concejal de gobierno del PSC, Alfons Ribas.
Los partidos de la oposición Junts per l’Arboç, CLAM y CUP, consideran poco ético la elección de una persona con una vinculación tan directa con un concejal.
Para la plaza había dos candidatos: Josep Ribas y Robert Rovira. La elección se había aplazado en dos ocasiones, pero el pasado jueves se realizó la votación en el pleno, obteniendo 7 votos Ribas y 5 Robert.
Primero, empate
El concejal Alfons Ribas no participó en la votación por esa vinculación directa con uno de los candidatos. En una primera votación hubo un empate, pero en una segunda ronda ganó Ribas haciendo valer el PSC su mayoría en el pleno.
Los grupos de la oposición lamentan que se desoyese la petición de buscar un candidato de consenso. Lamentan la elección de Ribas ya que «dificulta garantizar el secreto, la neutralidad y la desvinculación de cualquier interés político».
Sospechar
La oposición de Junts per l’Arboç, CLAM y CUP señalan que una vacante de juez de paz no puede cubrirse con un pariente directo de un concejal del grupo de gobierno. «Que el PSC lo defienda tanto hace sospechar que lo que se busca no es un juez de paz sino una cuota más de poder».
Considera la oposición que «un juez de paz debe garantizar el secreto, la neutralidad, la ponderación y la desvinculación de cualquier interés político». Los tres partidos dicen que los ciudadanos saben que el juez de paz es el padre de un concejal de gobierno «y por tanto no tienen garantías de neutralidad». Y más por los casos que debe ver el juez de paz.
